CDMX, 22 de febrero del 2022.- Elemental en diversidad de platillos de la cultura mexicana, un derivado del maíz, planta central en el desarrollo de las civilizaciones mesoamericanas, la tortilla es uno de los sustentos alimentarios del país.
Sin embargo, su popularización ha venido acompañada de formas industrializadas de fabricar este alimento, por lo que no todas las tortillas disponibles son de buena calidad.
Color
Una tortilla demasiado blanca puede tener exceso de cal, por lo que es importante que registre un tono amarillento, propio del grano de maíz.
En el caso de las tortillas elaboradas con masa azul, son comunes las tonalidades moradas e incluso rojizas.
Sabor
Derivada del maíz, la tortilla tiene que tener como sabor preponderante este cultivo, de otro modo es probable que predominen los gustos a cal.
Inflarse
Una buena tortilla se infla cuando descansa al fuego en el comal, lo que indica que el amasado que la produjo es adecuado.
Suavidad y enrollado
Fundamental en la adquisición del gusto, una tortilla enrollada sabe diferente por alguna razón. Cuando es de buena calidad, debe ser flexible y suave de formo que pueda hacerse rollito con facilidad, no resultar quebradiza.
Frescura
Cuando el alimento es de buena calidad podría resistir dos días almacenado en una bolsa de plástico sin volverse quebradizo o cambiar de color.