Por Juan Pablo Ojeda
El ambiente político mexicano vivió un tenso enfrentamiento entre dos figuras clave de Morena, Adán Augusto López y Ricardo Monreal Ávila, quienes protagonizaron un choque relacionado con presuntas irregularidades en contratos millonarios en el Senado de la República.
Adán Augusto López, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado, denunció en una entrevista que se había identificado un posible desvío de recursos en contratos por un monto de 150 millones de pesos. Ante esta situación, explicó que el Senado había presentado denuncias formales ante la Fiscalía General de la República, la Secretaría de la Función Pública y la Auditoría Superior de la Federación, buscando esclarecer las irregularidades y garantizar la transparencia en el manejo de recursos.
Por su parte, Ricardo Monreal, presidente de la Jucopo en la Cámara de Diputados, reaccionó rápidamente a las acusaciones, rechazando las denuncias y calificándolas como “falsedades”. A través de un video, Monreal negó que existiera algún tipo de irregularidad en la administración del Senado que él encabezó, y defendió su gestión con firmeza. “Quien nada debe, nada teme. Y entiendo que es una escena política en la que el teatro que están armando se va a caer. Que la transparencia sea el punto de partida”, expresó, minimizando el alcance de las acusaciones y sugiriendo que detrás de las denuncias podría haber intereses políticos.
Este “choque” entre ambos políticos se enmarca dentro de las tensiones que existen dentro del partido y refleja las disputas internas en Morena, donde las acusaciones y la defensa de la transparencia son temas recurrentes en el discurso público. A pesar de las diferencias, ambos coincidieron en la importancia de esclarecer los hechos a través de las instancias legales correspondientes, pero el tono del enfrentamiento deja en evidencia la creciente polarización entre los actores políticos más importantes del partido oficial.