Ciudad Juárez, 20 de septiembre – En un inquietante episodio en la frontera entre Estados Unidos y México, la Guardia Nacional de Texas se vio involucrada en un enfrentamiento con cientos de migrantes, resultando en la expulsión de los solicitantes de asilo hacia territorio mexicano, en una aparente violación de la ley estadounidense.
Según informes del diario El Paso Times, «cientos de migrantes cruzaron montones de alambre de concertina en la frontera entre El Paso y Juárez durante los últimos dos días, formando una línea a lo largo del lado sur de la valla fronteriza de EU dentro del territorio estadounidense para buscar asilo o entrada formal.»
En un hecho que ha generado preocupación, soldados de la Guardia Nacional ordenaron a los migrantes que regresaran a México a través del Río Grande poco después del mediodía de ayer martes. Esta medida ha suscitado dudas sobre su legalidad, ya que algunos argumentan que va en contra de la Ley de Refugiados de 1980, que establece ciertos procedimientos para la recepción de solicitantes de asilo en suelo estadounidense.
Adam Isacson, director de supervisión de defensa de la Oficina de Washington para América Latina, expresó su preocupación al respecto, afirmando: «Eso es 100% ilegal. Estas son personas que pueden enfrentar un peligro para sus vidas al otro lado de la frontera. Obligarlos a regresar, especialmente si han puesto un pie en suelo estadounidense, va en contra de la Ley de Refugiados de 1980».
Testigos del incidente relataron escenas de tensión y confusión en la frontera. «Nos obligaban a retroceder y gritaban», dijo uno de los migrantes, que pidió no ser identificado completamente por temor a represalias. «Había algunos que no querían irse y aun así gritaban que teníamos que salir».
Este incidente se produce en medio de los esfuerzos de la administración Biden por implementar «vías legales» para ciertos grupos de migrantes, con el objetivo de reducir la inmigración irregular. Sin embargo, las solicitudes han superado la capacidad de respuesta de los programas, lo que ha llevado a algunos migrantes a tomar medidas desesperadas.
La situación plantea cuestiones legales y humanitarias, y destaca la complejidad y desafíos en la gestión de la inmigración en la frontera sur de Estados Unidos.