El Centro Mexicano de la Tortuga (CMT) se erige como un faro de esperanza para la conservación de las especies de tortugas marinas en México. Situado en la región de Frontera Sur, Istmo y Pacífico Sur, este centro desempeña un papel vital en la protección y preservación de las tortugas marinas, así como en el fomento del desarrollo sostenible en la región.
El enfoque principal del CMT es la conservación de las especies de tortugas marinas, que incluyen la tortuga golfina, prieta, carey y laúd. Además, el centro realiza esfuerzos significativos para la conservación de las tortugas terrestres y dulceacuícolas, como la cabeza amarilla, sabanera, mojina, casquito y jicotea.
Este centro de conservación tiene sus raíces en la década de 1990, cuando el gobierno federal de México decretó una veda total y permanente para proteger todas las especies de tortugas marinas. Si bien esta medida fue beneficiosa para la conservación, tuvo un impacto negativo en las comunidades locales que dependían de las tortugas como fuente de ingresos. Como solución, se creó el Museo Vivo de la Tortuga Marina en la costa de Oaxaca en 1991, que posteriormente evolucionó para convertirse en el Centro Mexicano de la Tortuga.
El CMT no solo se dedica a la conservación de estas especies en peligro de extinción, sino que también promueve el turismo responsable en la región. Esto ha proporcionado una fuente alternativa de ingresos para las comunidades locales, al tiempo que aumenta la conciencia sobre la importancia de la protección de las tortugas marinas.
El centro opera Centros de Protección y Conservación de Tortugas Marinas (CPCTM) en lugares estratégicos como La Escobilla, Barra de la Cruz y Morro Ayuta. Estos lugares son esenciales para la reproducción de algunas especies de tortugas marinas en México.
Desde 2005, el Centro Mexicano de la Tortuga y sus CPCTM son parte de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), lo que refuerza su compromiso con la conservación de la biodiversidad.
El CMT cuenta con instalaciones de campamento, áreas de difusión y educación ambiental, servicios de sanidad y proyectos de subsidio. Además, ofrece a los visitantes la oportunidad de ver de cerca diversas especies de tortugas, tanto terrestres como dulceacuícolas y marinas, en diferentes etapas de crecimiento.
El trabajo incansable del Centro Mexicano de la Tortuga es un testimonio del compromiso de México con la protección de su rica biodiversidad y la promoción de un desarrollo sostenible que beneficie tanto a la naturaleza como a las comunidades locales.