La cultura drag, con sus raíces en los bailes clandestinos organizados por artistas negros a finales del siglo XIX, ha evolucionado hasta convertirse en un fenómeno de la cultura pop en el siglo XXI.
A lo largo de los años, varias figuras icónicas han surgido, dejando una huella indeleble en la historia de la cultura drag y en la sociedad en general.
RuPaul, una drag queen estadounidense, es una de las figuras más reconocidas en la cultura drag. Su programa de televisión, «RuPaul’s Drag Race», ha sido un trampolín para más de 100 drag queens, algunas de las cuales se han convertido en celebridades icónicas por derecho propio.
Bianca Del Rio, de ascendencia hondureña y cubana, fue la primera reina latina en ganar «RuPaul’s Drag Race» y el título de «America’s Next Drag Superstar».
Otras figuras destacadas incluyen a Bebe Zahara Benet, ganadora de la tercera temporada, conocida por su estilismo único y su maquillaje impecable, y Raja, famosa por su agudo sentido de la moda.
La influencia de la cultura drag se extiende más allá del escenario y la pantalla, impactando también en el mundo de la moda y el maquillaje. Muchas técnicas de maquillaje que se utilizan hoy en día provienen de la cultura drag, que resalta aspectos asociados a la feminidad, como facciones finas, ojos grandes y labios voluminosos.
A pesar de su creciente popularidad, la cultura drag sigue siendo objeto de debate y controversia. Algunos ven en ella una forma de apropiación cultural, mientras que otros la consideran una expresión de libertad y una forma de desafiar los estereotipos de género.
En conclusión, la cultura drag ha evolucionado desde sus humildes comienzos hasta convertirse en un fenómeno de la cultura pop, con varias celebridades icónicas que han dejado su huella en la historia de la cultura drag y en la sociedad en general.