Por Bruno Cortés
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, se prepara para recibir la 9ª edición del Día del Pozol este 18 de marzo de 2025, una festividad que exalta una de las bebidas más emblemáticas del sur de México. En mercados como Juan Sabines, 5 de Mayo, Pascasio Gamboa, 20 de Noviembre, Zoque y San Juan, las pozoleras compartirán gratuitamente esta bebida tradicional de 12:00 a 13:00 horas, acompañada de música de marimba y un ambiente festivo que resalta la riqueza cultural de la región. Este evento, que combina historia, nutrición y comunidad, promete ser una experiencia inolvidable para locales y visitantes.
Desde su creación en 2017, el Día del Pozol se ha consolidado como un pilar del calendario cultural chiapaneco, honrando a las pozoleras, mujeres que preservan una receta con siglos de antigüedad. La bebida, elaborada a partir de maíz nixtamalizado y a menudo enriquecida con cacao, tiene raíces prehispánicas en las culturas maya y zoque. Según Mexico Travel and Leisure, su nombre deriva del náhuatl “pozolli” (espumoso), reflejando su textura única que ha refrescado a generaciones en climas cálidos. En 2023, mercados como Juan Sabines distribuyeron hasta 1,200 porciones, evidencia del entusiasmo que despierta esta tradición (Suceso Chiapas).
Las pozoleras son las protagonistas de esta celebración. Su labor comienza al alba, cuando nixtamalizan el maíz, tuestan el cacao y lo muelen para crear una masa que da vida al pozol blanco o de cacao. Este esfuerzo, heredado de sus antepasados, no solo mantiene viva una receta, sino que fortalece la identidad cultural de Chiapas. Como señala Fundación Tortilla, el pozol es un símbolo de resistencia en comunidades indígenas, donde sigue siendo un alimento cotidiano. El Día del Pozol 2025 busca destacar su dedicación y alentar a las nuevas generaciones a sumarse a esta práctica ancestral.
El pozol trasciende su sabor: es un tesoro nutricional y cultural. Rico en proteínas, fibra y calcio, ofrece una alternativa saludable a los refrescos industriales, un problema creciente en México, según estudios de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Suceso Chiapas). Servido en jícaras, con su característico “meneadito”, el pozol une a las familias y refuerza lazos comunitarios. En Tabasco, un dicho popular asegura que quien lo disfruta se queda a vivir allí (Wikipedia), un testimonio de su arraigo en el sureste mexicano.
La festividad de 2025 ofrecerá variedades como el pozol blanco, de cacao o el “arrecho”, acompañado de mango, cacahuates o chile piquín, mostrando su versatilidad (Cuarto Poder). Estas opciones, junto con decoraciones zoques y melodías de marimba, crearán un ambiente vibrante que invita a descubrir la diversidad de la gastronomía chiapaneca. Los mercados se transformarán en espacios de convivencia, donde el pozol no solo deleita el paladar, sino que conecta a las personas con sus raíces.
El apoyo institucional y la participación ciudadana son clave en este evento. Autoridades municipales y administradores de mercados han respaldado históricamente la iniciativa, viendo en ella una oportunidad para impulsar la economía local y combatir la pérdida de tradiciones frente a la globalización. La distribución gratuita de miles de porciones no solo fomenta el consumo del pozol, sino que también promueve el orgullo por lo propio, un valor que resuena en cada sorbo compartido este 18 de marzo.
En definitiva, el Día del Pozol 2025 es una celebración de la vida chiapaneca: un homenaje a sus sabores, sus mujeres y su historia. Este evento invita a todos a disfrutar de una bebida que nutre el cuerpo y el alma, mientras se preserva un legado que ha resistido el paso del tiempo. Acudir a los mercados de Tuxtla Gutiérrez será más que probar un brebaje; será participar en una tradición viva que sigue latiendo con fuerza.
