CDMX endurece las sanciones para el Transfeminicidio
Por Juan Pablo Ojeda
Hoy, la Ciudad de México da un paso significativo en la lucha contra la violencia hacia las personas trans al oficializar la tipificación del transfeminicidio como un delito grave. El jefe de Gobierno, Martí Batres, ha firmado el decreto que incorpora este nuevo delito en el Código Penal local, a poco más de dos meses de que el Congreso capitalino aprobara la Ley Paola Buenrostro. Esta ley, impulsada por la activista Kenya Cuevas y el diputado de Morena Temístocles Villanueva, marca un hito en la protección de los derechos de las mujeres trans en la capital del país.
Batres celebró la publicación del decreto en la Gaceta Oficial, afirmando que con esta medida su administración demuestra un firme apoyo a la causa y cumple con su compromiso de erradicar la violencia de género. Según el mandatario, la reforma no solo oficializa el delito de transfeminicidio y establece sus sanciones, sino que también envía un mensaje claro: en la Ciudad de México, la violencia contra las mujeres trans no será tolerada.
¿Qué es el transfeminicidio y cómo se sancionará? El decreto define transfeminicidio como el asesinato de una mujer trans o de una persona cuyo género se perciba como femenino, motivado por su identidad o expresión de género. Esto incluye asesinatos que ocurren por razón de identidad de género, donde la víctima sea atacada debido a su expresión de género o identidad.
Las sanciones para el transfeminicidio serán significativamente más severas que para el homicidio común. Mientras que el homicidio ordinario se castiga con penas de ocho a 20 años de prisión y el homicidio calificado con penas de 20 a 50 años, el transfeminicidio se castigará con penas que van de 35 a 70 años de prisión. Además, estas penas se agravarían en situaciones específicas, como cuando la víctima muestre señales de saña, sea atacada por más de dos personas, o tenga un vínculo familiar con el agresor.
Batres también explicó que la pena puede aumentar en un tercio más en casos donde la víctima sea menor de edad, adulta mayor, persona con discapacidad, o si el crimen se comete en el contexto de trabajo sexual. Además, se contempla un incremento en la pena si el agresor ha amenazado a la víctima en relación con su identidad de género, ya sea en persona o en línea.
Con esta reforma, la Ciudad de México no solo está endureciendo sus leyes contra el transfeminicidio, sino que también está enviando un mensaje fuerte sobre la importancia de proteger a las personas trans y garantizar que no sufran violencia ni discriminación. Es un paso crucial hacia una sociedad más justa y equitativa.