El escándalo que sacudió al fútbol español sigue generando controversia. La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha solicitado repetir el juicio contra Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), tras ser condenado por agresión sexual a la futbolista Jenni Hermoso durante la ceremonia de premiación del Mundial Femenino 2023 en Sídney. Aunque Rubiales fue multado con más de 10 mil euros y se le impuso una orden de restricción, la fiscal Marta Durántez considera que la sentencia es insuficiente y ha señalado irregularidades en el proceso judicial.

Durántez argumenta que el juez mostró falta de imparcialidad y desestimó pruebas clave, lo que generó una «indefensión material» que afecta el derecho a una tutela judicial efectiva. Según la fiscal, el comportamiento del juzgador comprometió la apariencia de imparcialidad, y la multa impuesta, junto con los 3 mil euros adicionales de indemnización, resulta ofensiva para la víctima y para las víctimas de agresiones sexuales en general. La fiscalía había solicitado inicialmente dos años y medio de prisión, pero la sentencia final no incluyó tiempo tras las rejas.

El beso no consensuado desató un debate nacional sobre el sexismo en el fútbol y la sociedad española, impulsando un movimiento similar al «Me Too». Este caso no solo eclipsó la histórica victoria de España en el torneo, sino que también puso en el centro de atención la lucha por la igualdad de género en el deporte. La polémica ha servido como catalizador para que más voces se unan a la conversación sobre el respeto y la equidad en el ámbito deportivo.

Por su parte, tanto Rubiales como Hermoso han anunciado que recurrirán la sentencia. Mientras Rubiales busca limpiar su nombre, Hermoso y su equipo legal consideran que la resolución actual no hace justicia a la gravedad de los hechos. Este enfrentamiento legal ha dejado en evidencia las tensiones entre la justicia, la sociedad y el deporte, marcando un antes y un después en la percepción del fútbol femenino.

El caso también ha puesto de manifiesto la importancia de las sanciones ejemplares en casos de agresión sexual, especialmente en figuras públicas. La fiscalía insiste en que el caso debe ser revisado por un juez imparcial para garantizar que se haga justicia y se envíe un mensaje claro sobre las consecuencias de este tipo de conductas.

En un contexto donde el fútbol femenino está ganando cada vez más visibilidad, este episodio subraya la necesidad de proteger a las deportistas y garantizar un entorno seguro y respetuoso. La lucha por la igualdad de género en el deporte continúa, y este caso se ha convertido en un símbolo de resistencia y cambio.