Ciudad de México, a 7 de diciembre de 2022.- La Casa de los Mil Colores del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), ubicada en la capital del país, cumple con su misión de ser un espacio de alivio y recuperación para pacientes indígenas o afromexicanos de tercer nivel y sus familiares, al ofrecer servicios de calidad en hospedaje, alimentación, enfermería, psicología y esparcimiento.
Y es que este albergue recibe a pacientes de hospitales públicos de tercer nivel de todas las edades y sus familias, con el requisito de que provengan de una comunidad indígena o afromexicana de la Ciudad de México o del interior de la república, que padezcan enfermedades graves como cáncer, insuficiencia renal crónica, hemofilia, afecciones cardiacas o malestares congénitos, entre otras.
Con capacidad de 20 habitaciones, baños de mujeres y hombres en tres alas de hospedaje, cocina, 2 comedores, enfermería, consultorio de psicología, huerto de hierbas medicinales (pues también se ocupa la medicina tradicional), área para actividades productivas de los familiares, sala de esparcimiento y áreas administrativas, desde la creación del INPI la Casa de los Mil Colores ha brindado atención a unos 600 pacientes y sus familiares (unos mil 200 beneficiarios).
Proporcionar a niñas, niños y adultos indígenas y afromexicanos que requieren atención y que vienen del interior de la república, servicios de hospedaje, alimentación, traslado a hospitales, e Institutos Nacionales de Salud, para iniciar o dar continuidad a sus tratamientos, es otra de las funciones de la Casa de los Mil Colores.
Con el fin de seguir fortaleciendo estos servicios en beneficio de personas indígenas de escasos recursos que sufren lamentablemente diversos padecimientos que requieren atención de alta especialidad, el director general del INPI, Adelfo Regino Montes, realizó un recorrido por el albergue con el debido respeto y privacidad hacia los pacientes.
Tras conocer el funcionamiento y estado en el que se encuentran los diferentes espacios, instruyó a realizar un diagnóstico de las instalaciones eléctricas y de los baños, así como a establecer las necesidades de mobiliario como camas y colchones, para renovar esta casa que fue inaugurada en el año de 1993, que se fue deteriorando y que era administrada por empresas privadas.
La coordinadora general de Patrimonio Cultural y Educación Indígena del INPI, Bertha Dimas Huacuz, informó que al iniciar esta administración recibieron la Casa de los Mil Colores en condiciones lamentables de abandono, con afectaciones en su mobiliario e infraestructura, un problema crítico de plagas y pintada con tonos no aptos para hacer que las y los pacientes, así como sus familiares, tengan una estancia apacible en el lugar.
Por su parte la responsable de tercer nivel y del albergue de la Casa de los Mil Colores, Cirila Rodríguez Pérez, resaltó que durante este periodo en que el INPI administra y atiende de manera directa el espacio, han tenido múltiples «historias exitosas, miradas al futuro», de pacientes que han logrado superar las enfermedades que le aquejaban y se han podido reintegrar a sus actividades cotidianas.
Señaló que los beneficios que los pacientes reciben y han recibido son incontables y van desde lo individual, incorporación a la vida productiva, formación de su propia familia, consolidación de la ya existente, aceptación de su situación, aceptación del paciente en el seno familiar y en su comunidad, aprendizaje de manualidades y habilidades, entre otros, favoreciendo con esto su autoestima y su escasa economía.
Precisó que durante el periodo 2019 – 2022, se ha brindado apoyo a un aproximado de 1200 beneficiarios; en 2020, bajo los protocolos por la pandemia por COVID-19, que modificaron el actuar de diversas instituciones, entre ellas el albergue indígena “La Casa de los mil colores”, disminuyó la afluencia de personas beneficiarias del programa, pues sus citas médicas se cancelaron.
Después de esta etapa, se reforzaron los servicios de atención a beneficiarios con diagnósticos de tercer nivel, una vez que se han agotado los recursos en las entidades federativas de las que provienen, es decir que sus padecimientos ya rebasaron la atención médica de las clínicas y centros de salud de su comunidad, añadió.
Acompañaron al director general del INPI en esta visita, todos los coordinadores generales del INPI: de Administración y Finanzas, José Alberto Gallegos Ramírez; Asuntos Jurídicos, Krhistian Mahatma Hernández García, Infraestructura Indígena, Hugolino Mendoza Sánchez; Planeación, Investigación y Evaluación, Juan Carlos Martínez Martínez, así como Transversalidad y Operación Regional, Gustavo Torres Cisneros, entre otras y otros servidores públicos.