Por Juan Pablo Ojeda
El pasado lunes 10 de febrero, el magnate mexicano Carlos Slim ofreció su conferencia anual con los medios de comunicación, donde compartió su visión sobre la situación económica de México y abordó cuestiones de relevancia global, como la relación con Estados Unidos, China, y el panorama de la inversión en el país.
Slim, reconocido como el hombre más acaudalado de Latinoamérica, destacó la importancia de fortalecer la relación con potencias económicas, en particular con China y Estados Unidos, señalando que el país debe reducir su dependencia de las importaciones, especialmente en sectores clave como el gas. “Es fundamental aumentar nuestras exportaciones, especialmente a Estados Unidos, pero también reducir nuestras importaciones. México debe comenzar a sustituir lo que importa”, comentó.
El empresario subrayó que uno de los puntos clave para el desarrollo económico de México es una mayor inversión, específicamente un 25% del Producto Interno Bruto (PIB) de este año. A su juicio, el fortalecimiento de sectores como la educación y la capacitación profesional es esencial para mejorar la competitividad del país.
Slim hizo hincapié en la importancia del “Plan México” presentado por la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, como una oportunidad para generar empleo y mejorar el desarrollo nacional. En cuanto a su participación en este proyecto, el empresario afirmó que sus empresas colaborarían en iniciativas relacionadas con las infraestructuras, especialmente en el sector de carreteras. “Vamos a participar en la creación de nuevas carreteras donde ya tenemos concesiones, ampliándolas para apoyar el crecimiento económico”, explicó.
En cuanto a los proyectos de energía, Slim mencionó que sus empresas están evaluando las condiciones para participar en proyectos de energía geotérmica, al tiempo que se mantienen atentos a las leyes y regulaciones del gobierno mexicano en el sector.
Sin embargo, lo que más acaparó la atención en la conferencia fue su fuerte reacción ante los recientes comentarios de los economistas James A. Robinson, Daron Acemoğlu y Simon Johnson, ganadores del Premio Nobel de Economía 2024. Estos académicos mencionaron a Slim en su libro Por qué fracasan los países, donde lo acusaron de practicar el «capitalismo de cuates» durante la adquisición de Telmex. El empresario no tardó en calificar de “imbéciles” a los economistas y afirmó que su acusación era infundada. “Nosotros ya les enviamos un estudio completo para aclarar la información que difundieron”, sentenció.