Sinaloa a 20 de septiembre, 2024.- En un golpe contundente contra el Cártel de Sinaloa, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano lograron la detención de Mario Alexander «N», alias «El Piyi», presunto jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, uno de los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán. La captura tuvo lugar en el sector Santa Fe, al norte de Culiacán, Sinaloa, en medio de un megaoperativo en el que también fueron arrestadas otras seis personas, identificadas como presuntos sicarios.
La operación, que movilizó tropas terrestres y aéreas, incluyó el despliegue de patrullas militares y helicópteros que sobrevolaron la zona, extendiéndose a diversas colonias cercanas. La detención de «El Piyi» es vista como un golpe importante para el Cártel de Sinaloa, ya que esta figura criminal quedó al mando de una célula del grupo tras la captura de Néstor Isidro Pérez Salas, alias «El Nini», uno de los principales sicarios de la organización y acusado en Estados Unidos por el asesinato de un informante de la DEA.
El arresto de «El Piyi» se realizó el pasado 19 de septiembre alrededor de las 10:20 de la mañana, según el Registro Nacional de Detenciones. Este operativo refuerza los esfuerzos del gobierno mexicano por desarticular las redes de seguridad y poder que protegen a los líderes del narcotráfico en el país.
Mario Alexander Gamez Cuevas, conocido como «El Piyi», es considerado una figura clave en la estructura criminal del Cártel de Sinaloa, particularmente en la célula conocida como «Los Ninis». Su captura representa un duro golpe a la organización, que ha sido una de las principales responsables de la violencia en Sinaloa y en otras regiones de México.
El megaoperativo que resultó en la captura de este jefe de seguridad refleja la creciente presión de las autoridades sobre las estructuras de seguridad del cártel. Este esfuerzo no solo busca capturar a los líderes más visibles, sino también debilitar sus redes internas que permiten su operación y protección.
Sinaloa ha sido uno de los estados más afectados por la violencia relacionada con el narcotráfico. Con la detención de figuras clave como «El Nini» y ahora «El Piyi», las autoridades intentan debilitar las capacidades operativas del cártel, aunque aún se espera que la organización continúe buscando formas de reorganizarse.
La operación militar en Culiacán también pone en evidencia la importancia de seguir trabajando en la desarticulación de estas redes, ya que el Cártel de Sinaloa sigue siendo una de las organizaciones criminales más poderosas en el mundo.