Por Juan Pablo Ojeda
El Gobierno de Canadá ha anunciado represalias comerciales significativas contra Estados Unidos, luego de que la Administración del presidente Donald Trump decidiera aplicar aranceles del 25 por ciento a las importaciones de acero y aluminio. La medida, que entra en vigor a partir de este jueves, responde a las políticas de EE. UU. sobre productos canadienses y refuerza la tensión comercial entre ambas naciones.
El ministro de Finanzas de Canadá, Dominic LeBlanc, junto a la ministra de Exteriores, Mélanie Joly, y el ministro de Industria, François-Philippe Champagne, informaron que las represalias comerciales de Canadá alcanzarán los 29,8 mil millones de dólares canadienses (aproximadamente 20,7 mil millones de dólares estadounidenses). Los aranceles se aplicarán sobre diversas importaciones provenientes de EE. UU., afectando principalmente productos como acero, herramientas, equipos electrónicos, y bienes de consumo, entre otros.
Aumento de tensiones comerciales
Este nuevo paquete de aranceles se suma a los ya aplicados desde principios de marzo, que gravan productos estadounidenses por un valor cercano a los 30 mil millones de dólares canadienses, como bebidas alcohólicas, jugo de naranja y electrodomésticos. De esta forma, Canadá ahora impone aranceles del 25 por ciento a un total de aproximadamente 60 mil millones de dólares canadienses en importaciones desde EE. UU.
LeBlanc destacó que el gobierno canadiense tiene la capacidad de imponer más medidas si las acciones de EE. UU. no cesan. El gobierno de Canadá expresó su compromiso por seguir presionando para que Washington retire los aranceles, a los que consideran injustificados y perjudiciales para las relaciones comerciales entre ambos países.
El contexto del conflicto comercial
Esta decisión de EE. UU. ocurre en un contexto de creciente tensión comercial entre ambos países, exacerbada por los cambios introducidos en el Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Canadá ha estado excluida de algunos beneficios de este acuerdo, lo que ha generado frustración en Ottawa. De hecho, en los últimos días, se han añadido nuevos gravámenes a los productos canadienses que no estaban cubiertos por el T-MEC.
Declaraciones oficiales de Canadá
Mélanie Joly, ministra de Exteriores de Canadá, enfatizó que la disputa comercial es una “lucha diaria” para su país, y anunció que durante la cumbre de ministros del G7 en Charlevoix, Canadá, planteará el tema en todas sus conversaciones con funcionarios del Gobierno estadounidense, incluyendo al secretario de Estado Marco Rubio. Joly subrayó que la respuesta canadiense no es solo económica, sino también una cuestión de soberanía y de la identidad nacional de Canadá, que considera no negociables.
Una guerra comercial prolongada
Mientras tanto, la diplomacia canadiense continúa presionando por una solución que permita resolver las diferencias sin necesidad de escalar el conflicto. A medida que la situación se intensifica, la incertidumbre sobre el futuro de las relaciones comerciales entre Canadá y Estados Unidos sigue siendo una de las principales preocupaciones para los sectores productivos de ambos países.