Por Juan Pablo Ojeda
El embajador de Canadá en México, Cameron MacKay, anunció que su país también tomará medidas similares a las de Estados Unidos al designar a varios cárteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas, aunque precisó que dicha designación solo tendrá efectos dentro de su territorio y no interferirá con la soberanía de México. Esta decisión surge en el marco de la creciente crisis del fentanilo en Canadá, un problema de salud pública que ha causado miles de muertes en el país norteamericano.
Durante una conferencia de prensa posterior a su reunión con el Senado de la República, MacKay destacó la importancia de fortalecer la cooperación entre ambos países para enfrentar de manera conjunta los desafíos del narcotráfico. «Reafirmamos que Canadá y México somos fuertes socios, aliados y amigos. Necesitamos trabajar juntos más que nunca para enfrentar nuestros desafíos comunes. En mi país, la crisis del fentanilo es una crisis de salud pública, y es por eso que vamos a designar también a estos grupos narcos como terroristas», afirmó el diplomático canadiense.
MacKay explicó que la designación de estas organizaciones tiene como objetivo proporcionar una herramienta legal a la policía canadiense para enfrentar a los grupos criminales, pero subrayó que no se trata de una medida para intervenir en los asuntos internos de México. «Esta designación solo tendrá aplicación en territorio canadiense, y quiero dejar claro que Canadá respeta plenamente la soberanía de México», afirmó el embajador en sus comentarios.
La medida de Canadá se produce después de que el gobierno de Estados Unidos, a través del secretario de Estado, Marco Rubio, anunciara el 19 de febrero que designaba a seis cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras. Los grupos afectados incluyen al Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cártel del Noreste, Cártel del Golfo, la Nueva Familia Michoacana y los Cárteles Unidos. Esta decisión se basa en la vinculación de estos grupos con el tráfico de fentanilo y otras sustancias ilegales que han generado crisis de salud pública en ambos países.
En medio de este escenario, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó que el gobierno mexicano no teme una intervención militar de Estados Unidos, ya que confía en el respaldo de la población mexicana para defender la soberanía del país. Sin embargo, la presidenta también reiteró la postura de México de rechazar cualquier intento de injerencia externa, especialmente en relación con las designaciones de «terroristas» realizadas por Estados Unidos.
México ha mostrado una postura contraria a la intervención estadounidense en su territorio, y en los últimos años ha mantenido un diálogo tenso con la administración de Washington sobre la forma en que se aborda el combate al narcotráfico, el tráfico de drogas y la violencia generada por estos grupos.