CDMX a 28 de septiembre, 2024.- La reciente marcha en conmemoración del 10º aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa dejó pérdidas económicas significativas para los comerciantes de la Ciudad de México. De acuerdo con José de Jesús Rodríguez Cárdenas, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) de la CDMX, los destrozos causados a 40 comercios durante la manifestación ascienden a 34 millones de pesos en daños materiales, mientras que otros 7,000 establecimientos reportaron pérdidas por 21 millones de pesos debido a la reducción en sus ventas.
La marcha, que tuvo lugar el 26 de septiembre, fue una de las movilizaciones más grandes en la capital para exigir justicia por el caso Ayotzinapa. A pesar de su carácter pacífico en su mayoría, algunos actos vandálicos afectaron tanto el mobiliario urbano como las fachadas de diversos comercios. Canaco reportó que los ataques a estos negocios y los daños a la infraestructura pública tuvieron un impacto considerable en la actividad económica de la zona.
Rodríguez Cárdenas insistió en que, aunque la Cámara no se opone a las manifestaciones pacíficas, es necesario que las autoridades capitalinas tomen medidas para prevenir actos violentos durante las protestas. “Ningún ciudadano respetuoso arroja objetos incendiarios a sus semejantes o al patrimonio ajeno”, expresó, haciendo un llamado al gobierno local para que se garantice el orden y la protección de los establecimientos y las personas durante este tipo de eventos.
La conmemoración del caso Ayotzinapa, que sigue sin resolverse después de una década, llevó a miles de personas a las calles de la Ciudad de México para reclamar justicia por la desaparición forzada de los 43 estudiantes. Sin embargo, los daños ocasionados en la marcha reabrieron el debate sobre el equilibrio entre la protesta social y el respeto al patrimonio y los negocios legítimamente establecidos.
Rodríguez Cárdenas también instó al nuevo gobierno a continuar con la investigación del caso Ayotzinapa, con el fin de que las familias de los normalistas desaparecidos finalmente puedan acceder a la justicia que llevan esperando durante años.