CDMX a 29 de enero, 2024.- Rumbo a las elecciones del próximo 2 de junio, México se prepara para un proceso electoral clave en el que tres candidatos presidenciales, Claudia Sheinbaum de Morena, Xóchitl Gálvez de la coalición PAN, PRI y PRD, y Jorge Álvarez Máynez de Movimiento Ciudadano, competirán por la atención y el voto de los ciudadanos. Sin embargo, detrás de las campañas políticas se esconde una pregunta crucial: ¿Cuánto podrán gastar en sus campañas?
El Instituto Nacional Electoral (INE) ha asignado un tope de gastos de 660 millones 978 mil 723 pesos para cada uno de estos candidatos presidenciales. Esta asignación se basa en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE), que establece que el tope de gastos de campaña para la elección presidencial debe ser equivalente al 20% del financiamiento público de campaña asignado a los partidos en el año de elección presidencial.
En total, el INE ha destinado un monto de 3 mil 304 millones 893,614 pesos para gastos de campaña de los partidos políticos, con el objetivo de garantizar que los recursos públicos prevalezcan sobre los de origen privado. Esta medida busca asegurar una contienda equitativa entre los candidatos, evitando que el dinero sea un factor determinante en el proceso electoral.
Es fundamental comprender qué está permitido y qué está prohibido durante una campaña electoral en México. Las campañas presidenciales y las dirigidas a la renovación del Congreso de la Unión tienen una duración de 90 días, desde el inicio de la campaña hasta la jornada electoral del 2 de junio. Durante este período, está estrictamente prohibida la difusión de propaganda gubernamental para garantizar una competencia justa y equitativa.
El financiamiento público del INE desempeña un papel crucial en el proceso electoral, ya que permite que los candidatos cuenten con recursos para llevar a cabo sus campañas. Sin embargo, es responsabilidad del órgano electoral vigilar el uso adecuado de estos recursos y garantizar que se cumplan las reglas establecidas para mantener la integridad del proceso democrático.
En medio de la emoción y la anticipación que rodean las elecciones de 2024, es esencial recordar la importancia de la transparencia y la equidad en el financiamiento de las campañas electorales, asegurando que los candidatos compitan en igualdad de condiciones y que los votantes puedan tomar decisiones informadas en las urnas.