El tráfico comercial en el puente internacional Pharr-Reynosa, un importante punto de entrada para la frontera entre Estados Unidos y México por el que se mueven vehículos comerciales y de pasajeros, está “temporalmente detenido” debido a una protesta en el lado mexicano de la frontera y “no hay movimientos de transportistas estadounidenses hacia el sur”, confirmó un funcionario de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. a CNN este lunes.
El alcalde de Reynosa, Carlos Peña Ortiz, se negó a comentar el asunto.
La semana pasada, la oficina de Abbott anunció varias acciones en respuesta a los planes del presidente Joe Biden de levantar a fines de mayo el Título 42, una política pandémica de la era Trump que impide a los migrantes buscar asilo en EE.UU.
Las estrategias, según un comunicado de la oficina del gobernador Abbott, están destinadas a «reducir el flujo de drogas, traficantes de personas, inmigrantes ilegales, armas y otros contrabandos hacia Texas» e incluyen «inspecciones de seguridad mejoradas» de los vehículos comerciales que ingresan a EE.UU. por los puertos de entrada a ese estado.
El Departamento de Seguridad Pública (DPS, en inglés) no respondió cuando CNN le preguntó si algún conductor comercial fue acusado de tráfico de personas o delitos relativos a las drogas, pero apuntó que hasta el domingo inspeccionaron 2.685 vehículos comerciales en puertos de entrada de la frontera entre Texas y México, y sacaron de servicio 646 de ellos por «violaciones graves de seguridad» que incluyen frenos, neumáticos y luces defectuosas.
Las inspecciones fronterizas de Texas son consideradas excesivas por al menos dos importantes grupos comerciales, que señalan que la nueva política causa estragos en la frontera.
«Agregar una inspección adicional del DPS de Texas cuando los camiones ya han cruzado causa serios retrasos sin un aumento proporcional en la seguridad fronteriza», escribió a Abbott el sábado Lance Jungmeyer, de la Asociación de Productos Frescos de las Américas.
«Más de US$ 9.000 millones de dólares en productos se comercializan a través de Texas», escribió, y agregó que esta política de inspección fronteriza «afecta gravemente el comercio» en todo el estado.
El pasado domingo, el presidente de Border Trade Alliance, una organización sin fines de lucro que reúne a más de 4,2 millones de representantes del sector público y privado afectados por las relaciones comerciales de Estados Unidos, México y Canadá, emitió un comunicado en el que advierte que la política de Abbott podría impulsar un alza de los precios al consumidor.
“Nos oponemos a cualquier acción a nivel estatal que agregue un proceso que duplique las inspecciones ya realizadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos”, dijo Britton Mullen en su declaración.
«Si bien los estados fronterizos como Texas tienen un papel importante que desempeñar para garantizar la seguridad de los camiones y que cumplan el código, el estado debería trabajar en colaboración con CBP (la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos), no sumarse a un nuevo esquema de inspección que ralentizará el movimiento de carga, lo que solo exacerbará la crisis de la cadena de suministro del país y ejercerá más presión al alza sobre los precios al consumidor».