En una decisión que marca un punto de inflexión en el cuidado pediátrico, la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) ha revisado su postura de larga data, abriendo la puerta a que las madres VIH positivas amamanten a sus hijos bajo condiciones controladas. Según la nueva revisión, publicada el 20 de mayo en la revista Pediatrics de la AAP, el riesgo de transmisión del VIH de una madre a su bebé a través de la lactancia materna es menor del 1% si la madre mantiene una supresión viral efectiva con tratamiento antirretroviral.
La Dra. Lisa Abuogi, autora principal del estudio y directora médica del Programa de Prevención del VIH por Inmunodeficiencia del Hospital Pediátrico de Colorado, subraya que aunque la abstención completa de la lactancia garantiza la no transmisión del VIH, los beneficios de salud y financieros de la lactancia pueden justificar este pequeño riesgo en situaciones controladas. La AAP recalca la importancia de la terapia antirretroviral y el monitoreo continuo de la carga viral para proteger tanto la salud de la madre como la del bebé.
En Estados Unidos, aproximadamente 5,000 personas VIH positivas dan a luz cada año, enfrentando el desafío de prevenir la transmisión del VIH a sus hijos. Con los avances en los tratamientos antirretrovirales, las personas con VIH pueden mantener su salud y reducir su carga viral a niveles indetectables, lo que disminuye significativamente el riesgo de transmisión durante el embarazo, el parto y ahora, la lactancia.
Este cambio en las directrices de la AAP sigue la línea de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., que también han empezado a apoyar la lactancia materna en madres VIH positivas tras una consulta médica adecuada. La recomendación de la AAP es que los pediatras estén bien informados sobre el estado serológico de las mujeres embarazadas y estén preparados para apoyar a aquellas que desean amamantar, siempre y cuando se comprometan a seguir su tratamiento y a mantener la supresión viral durante la lactancia.