Mérida, Yucatán, 27 de septiembre del 2023. En un giro político inesperado, el Senador Carlos Ramírez Marín, figura prominente de la política en Yucatán, ha anunciado su renuncia al Partido Revolucionario Institucional (PRI). Su partida no solo deja al tricolor sin representación por Yucatán en el Senado, sino que además revela profundas fisuras en el bloque de poder tradicional del estado, dado su desacuerdo con la alianza PRI-PAN en la región.
Este sorpresivo cambio se fundamenta, según palabras del mismo Ramírez Marín, en que la mencionada alianza «no es un camino de dignidad». El Senador, licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Yucatán y con una carrera política que supera las tres décadas, siempre como militante del PRI, ha decidido unirse al Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
La recepción en el PVEM ha sido cálida y de reconocimiento. El senador del PVEM, Raúl Bolaños-Cacho Cue, no solo le dio la bienvenida a través de las redes sociales sino que también destacó la trayectoria de Ramírez Marín y celebró compartir una visión y lucha conjunta por Yucatán y México.
Pero no todos ven con buenos ojos este traspaso. Rubén Moreira, líder parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, no dudó en calificar la renuncia como una traición. Moreira cree que detrás de este cambio hay una intención de Ramírez Marín de alinearse con Morena, aunque eso signifique estar “a los pies” del partido.
Y en este entramado político, las especulaciones crecen. Se murmura que Ramírez Marín podría buscar la gubernatura de Yucatán en alianza con Morena, un rumor que parece no inquietar al Alcalde de Mérida, Renán Barrera, posible candidato del PAN a la gubernatura. Barrera descartó que Ramírez Marín represente un riesgo para sus aspiraciones, confiando en que Morena no le permitirá ser candidato, incluso siendo postulado por el PVEM.
Esta serie de movimientos en el tablero político yucateco genera un panorama incierto y fascinante de cara a las próximas elecciones en el estado. Lo cierto es que la renuncia de Ramírez Marín al PRI ha desencadenado una serie de reacciones que, sin duda, tendrán un impacto significativo en el futuro político de Yucatán, modificando alianzas, expectativas y estrategias de los principales actores en juego.
Las semanas venideras serán cruciales. El Senador ha estado reflexionando y trabajando sobre el futuro de Yucatán y ha compartido decisiones y conclusiones en sus redes sociales, manteniendo a la opinión pública en vilo y expectante.
Así, en un clima de cambio y conjeturas, el horizonte político yucateco se redibuja, y los ojos están puestos en cada paso que Ramírez Marín decida dar en este nuevo camino que ha elegido transitar, cargado de sorpresas y desafíos.