Bruno Cortés / La Jabalinada
La confección del INE, garantiza a los ciudadanos no solo el derecho a votar, garantiza la certeza de sus datos como ciudadanos, es tan buena la logística del INE que es una de las identificaciones oficiales que nos permiten hacer cualquier tipo de tramites ante autoridades y entidades civiles, como conseguir una tarjeta de débito.
Decir que el actual INE es un desperdicio de dinero, es querer cambiar una herramienta que ha sido de alta calidad por una que tendrá recortes sustanciales a la hora de implementar la logística de las elecciones, entre ellas está la capacitación a los funcionarios de casilla, la implementación de las mismas casillas, pero lo más importante el gobierno en turno podría tener responsabilidad a la hora de contar los votos.
Tener un organismo electoral ciudadano robusto, que haga una seguridad de la participación ciudadana, que ha llevado a México a varios cambios de administración y régimen, del Viejo PRI, al cambio con Acción Nacional y hoy a MORENA, es un derecho que tenemos los ciudadanos de poder cambiar de gobernantes cuando estos no cumplan con las expectativas de buen gobierno.
Los ciudadanos tenemos derecho a que se nos trate con dignidad, que haya instalaciones dignas donde nos atiendan las instituciones, tenemos un claro ejemplo en de la falta de trato digno del gobierno federal frente al Monumento a la Revolución donde en carpas atienden a las personas de la tercera edad, a pleno sol, sin un asiento digno, pero con pantallas gigantes con el mensaje del señor presidente, para dogmatizar.
El gobierno federal quiere cambiar un servicio digno como el del INE por un servicio de mercado sobre ruedas, atender a los ciudadanos en carpas rodantes, sin seguridad del resguardo de los datos de los ciudadanos, y que no solo pueda ser hurtado por civiles, si no también puede ser usado de forma clientelar por el mismo gobierno federal.
Al actual INE hay que fortalecerlo, sumarle, no restarle, el sumar el voto electrónico ayudaría a bajar costos de impresión de boletas, de logística, y así hay muchas formas en las que se puede hacer más eficiente el Instituto, pero no queriendo quitar recursos para volverlo inoperante ante el fantasma de que muy seguramente perderán las elecciones.