Por Bruno Cortés
Imagina que estás en un centro comercial o en un restaurante con tu bebé, y de repente, se hace urgente cambiarle el pañal. Muchas veces, los papás o mamás se encuentran con la dificultad de que no hay un lugar adecuado para hacerlo. Bueno, esto podría cambiar gracias a una nueva propuesta del diputado Luis Enrique Miranda Barrera del Partido Verde (PVEM), que busca incluir la obligatoriedad de instalar cambiadores de pañales en todos los espacios públicos.
Esta iniciativa acaba de ser enviada a la Comisión de Salud del Congreso, y lo que propone es que todos los centros de trabajo, tanto públicos como privados, instalen estos cambiadores en los baños de hombres y mujeres. La idea es clara: mejorar la salud y la higiene de los bebés, pero también lograr una sociedad más igualitaria, en la que tanto mamás como papás puedan participar de manera equitativa en las tareas de crianza de sus hijos.
El diputado argumenta que esta propuesta surge como respuesta a una realidad bastante común: la falta de instalaciones adecuadas obliga a los padres a improvisar, lo que no solo es incómodo, sino que también puede poner en riesgo la salud de los bebés. Imagina tener que cambiar a tu hijo en una superficie que no está limpia o segura. A través de esta reforma, se busca garantizar que tanto las mamás como los papás tengan acceso a un lugar adecuado y seguro para atender a sus bebés, reduciendo el riesgo de infecciones y enfermedades.
Pero esto no se trata solo de higiene. Luis Enrique Miranda también quiere que esta reforma promueva una mayor participación de los papás en las labores de crianza. En nuestra sociedad, aún persiste la idea de que solo las madres deben encargarse de estas tareas. Sin embargo, este cambio en la ley busca fomentar una «paternidad activa», en la que los papás se involucren de manera más equitativa en el cuidado de sus hijos. Y es que, según datos de la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC), los hombres en promedio dedican solo 25.6 horas a la semana a labores de cuidado, mientras que las mujeres dedican 37.9 horas. Esto refleja una gran desigualdad en las responsabilidades dentro del hogar, y esta reforma pretende ser un paso para cambiar esa dinámica.
Además, al garantizar que los padres y cuidadores tengan acceso a instalaciones adecuadas, se contribuye a crear un ambiente más saludable y justo para todos. Esto no solo beneficia a las familias, sino que también tiene un impacto positivo en la salud pública en general, al reducir riesgos sanitarios y promover una convivencia más equitativa entre los géneros.
Finalmente, el diputado hace un llamado a que todas las partes involucradas, desde los legisladores hasta los empleadores y autoridades sanitarias, apoyen esta propuesta para crear una sociedad que valore y proteja a los más vulnerables: nuestros niños y niñas. Este es un paso más para construir un futuro en el que todos los padres, sin importar su género, puedan estar plenamente comprometidos con el cuidado y bienestar de sus hijos.