Ciudad de México, 25 de septiembre del 2023. A nueve años de la desaparición de 43 jóvenes estudiantes de la Escuela Normal “Rural Raúl Isidro Burgos” en Ayotzinapa, Guerrero, las memorias siguen vivas y el clamor por justicia resuena más que nunca en el hemiciclo parlamentario.
El diputado Manuel Vázquez Arellano de Morena estableció una comparativa internacional, aseverando que tragedias como las ocurridas en Iguala, son escenarios desafortunadamente frecuentes en diversos puntos del planeta. Sin embargo, resaltó que la profunda crisis del Estado mexicano se evidencia en eventos como Ayotzinapa.
Representando al PAN, la diputada Yesenia Galarza Castro remarcó la tristeza y el luto que marcó a México tras esa fatídica noche. Hizo hincapié en las deficiencias judiciales y la falta de respuestas concluyentes del sistema de procuración de justicia.
Melissa Estefanía Vargas Camacho, del PRI, reflexionó sobre la urgencia de incrementar presupuestos para fortalecer a las policías municipales y estatales. Puntualizó en la necesidad de la comparecencia de los titulares de la Secretaría de Seguridad y la Guardia Nacional ante la Cámara para abordar estrategias de seguridad.
Por el PVEM, el diputado Christian Joaquín Sánchez Sánchez resaltó la lucha constante de las familias de los desaparecidos. Hizo hincapié en la falsedad de la llamada «verdad histórica» y exigió justicia sin olvido ni perdón para los responsables.
Desde la bancada del PT, la diputada Margarita García García enfatizó la deuda pendiente con las madres y familiares de los estudiantes desaparecidos, recordando la inacción y negligencia de gobiernos pasados.
Braulio López Ochoa Mijares, de MC, señaló la noche de Ayotzinapa como un reflejo de la descomposición y violencia en el país. Lamentó la ausencia de una narrativa veraz y coherente sobre los hechos, aludiendo a la criminalización de las víctimas.
Finalmente, representando al PRD, Elizabeth Pérez Valdez recordó que detrás de esta tragedia se esconde la unión de fuerzas armadas del estado con el crimen organizado. Denunció la desaparición forzada como una simple estadística y exigió justicia y transparencia.
A nueve años de los sucesos, el grito de «¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!» sigue retumbando en los pasillos del poder, esperando una respuesta clara y definitiva. La sociedad mexicana aguarda justicia, mientras la memoria de los 43 estudiantes permanece indeleble.