CDMX, 6 de marzo del 2022.- En México hay 35.2 millones de viviendas (ENVI2020) y en 14.6 millones se utiliza algún tipo de calentador de agua, 11 millones usan gas y dos millones son solares, es decir, solo el 5.6 por ciento aprovecha la energía térmica para calentar agua, una de las formas de utilizar la radiación solar.
En la actualidad, en el mercado existe una gran variedad de artefactos para calentamiento solar de agua y de distintos precios; sin embargo, existen patentes libres con las que se pueden construir a bajo costo y, con ello, beneficiar a muchas familias, en especial las económicamente menos favorecidas.
La Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México (SECTEI) y, en su momento, lo que fue el Instituto de Ciencia y Tecnología apoyaron la realización y difusión de un proyecto para la construcción de prototipos de calentadores solares de agua auto contenidos, cuyos derechos ya son del dominio público, por lo que cualquier persona puede hacer uso de él.
Sobre el proyecto, Tonatiuh Hernández Mojica, responsable del proyecto, dijo que se construyeron tres calentadores solares, uno con su patente, otro convencional de tipo auto contenido y uno más de características básicas. Lo que se obtuvo es que los calentadores auto contenidos genéricos, con más de cien años de existencia, tienen un rendimiento parecido a los comerciales, pero no conservan agua caliente para el día siguiente.
El prototipo que se probó con la patente de Hernández demostró un desempeño por encima de los calentadores convencionales, incluso con el uso de un sistema más sencillo. Se trata de un calentador solar de agua auto contenido (CSAA).
Los CSAA pueden ser de diversas formas y materiales. El tanque es, por lo general, metálico y de forma cilíndrica. No obstante, casi cualquier depósito limpio y resistente a la corrosión y a la acción del sol puede convertirse en la parte central de un calentador de estas características.
Para alcanzar mayor eficiencia de captación, el tanque se debe pintar de negro, luego introducirlo a una caja o carcasa aislada térmicamente, lo que facilita el paso de la luz solar a través de un vidrio colocado a manera de tapa superior. Esta tecnología de bajo costo, alta eficiencia y aditamentos sencillos, impide se escape el calor a la atmósfera.
La diferencia con el calentador que patentó Hernández Mojica en 1985 es que el suyo cuenta con un sistema para evitar que el agua se enfríe en la noche, lo que le convierte en un modelo intermedio, mientras que uno avanzado cuenta con un tanque que posee una cubierta adicional de vidrio que le permite conservar el agua a temperaturas más altas de las que se requieren para la demanda doméstica, que lo hace aún más eficaz.
Llega alcanzar incluso 90ºC, mientras que un baño regular se realiza por arriba de los 30ºC.
Así, una de las primeras conclusiones es que con el mismo aparato se puede calentar más agua, lo que se traduce en un CSAA más económico.
Los modelos básico e intermedio pueden ser de uso más extendido, ayudando así a las familias. Su construcción es muy sencilla, por lo que puede realizarla cualquier persona con algunos conocimientos técnicos de aluminio o herrería, con lo que tendría un calentador con servicio para 4 o 5 personas y a mitad del costo comercial, señaló Hernández Mojica.
Esta opción es viable para la mayoría, sobre todo cuando más de la mitad de las familias mexicanas se encuentran en pobreza económica, sin olvidar que parte de ellas presentan también pobreza energética, es decir, viven con ausencia de un servicio esencial de energía.
Con los procesos industriales modernos y una fabricación en masa, la versión más avanzada que ofrece la patente de uso libre del inventor Hernández Mojica costaría igual que las básicas que actualmente están el mercado, pero con la ventaja de ofrecer más rendimiento, es decir, en vez de calentar 150 litros podría calentar 200.