Los cálculos en la vejiga son formaciones de minerales que pueden causar desde molestias leves hasta serios problemas de salud si no se tratan a tiempo. Aunque en algunos casos pueden eliminarse simplemente aumentando la ingesta de agua, otras veces requieren intervenciones más complejas, incluyendo cirugía.
Los cálculos vesicales se desarrollan cuando la vejiga no se vacía completamente, lo que provoca que la orina se concentre y cristalice. Esta condición puede ser resultado de varias causas, siendo el agrandamiento de la próstata y el daño a los nervios que controlan la función de la vejiga las más comunes. Otros factores incluyen infecciones del tracto urinario, dispositivos médicos insertados en la vejiga, e incluso cálculos renales que viajan hasta la vejiga.
Aunque algunos cálculos pueden ser asintomáticos, los síntomas más comunes incluyen dolor al orinar, necesidad frecuente de orinar, y dificultad para vaciar la vejiga por completo. Si no se eliminan, estos cálculos pueden causar complicaciones graves como infecciones urinarias recurrentes y problemas crónicos en las vías urinarias, incluso llegando a bloquear el flujo de la orina.
Diagnóstico y tratamiento
Para diagnosticar los cálculos en la vejiga, los médicos pueden recurrir a análisis de orina, tomografías computarizadas, ecografías y radiografías. Estos métodos permiten identificar la presencia de cálculos y determinar su tamaño y ubicación.
En cuanto al tratamiento, beber mucha agua puede ser suficiente para expulsar los cálculos pequeños. Sin embargo, cuando los cálculos son grandes o la vejiga no se vacía por completo, puede ser necesario intervenir quirúrgicamente. En algunos casos, un láser o ultrasonido se utiliza para fragmentar el cálculo, facilitando su eliminación. Para casos más complejos, la extracción quirúrgica puede ser la única solución.
Además, si la causa subyacente de los cálculos es un problema como el agrandamiento de la próstata, este también debe ser tratado para prevenir la formación de nuevos cálculos.
Los cálculos en la vejiga pueden parecer un problema menor, pero si no se tratan adecuadamente, pueden derivar en complicaciones serias. Reconocer los síntomas y buscar atención médica oportuna es esencial para evitar problemas mayores. Con los tratamientos adecuados, es posible eliminar estos cálculos y prevenir su recurrencia, asegurando así una mejor salud urinaria.