CDMX, 2 de noviembre del 2022.- El trabajo de los productores de todo el país permite garantizar el abasto de calabaza de castilla, camote, tejocote y amaranto, que son algunos de los principales productos del campo utilizados para preparar platillos que adornarán las ofrendas de los mexicanos con motivo del Día de Muertos, los próximos 1 y 2 de noviembre.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural informó que la calabaza de castilla, utilizada para elaborar calabaza en tacha, chacualole o xacualole, registró el año pasado una producción de 173 mil 421 toneladas, con valor equivalente de mil 446 millones de pesos. Con respecto a 2020 se cosecharon seis mil 443 toneladas más, que refieren un crecimiento de 3.86 por ciento.
Los principales estados productores de calabaza fueron Sonora, Michoacán y Guerrero, con 144 mil 755, cinco mil 337 y cuatro mil 562 toneladas, respectivamente, de acuerdo con información del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
Esta especie se considera de climas templados, pero puede crecer desde Yucatán hasta los valles altos del centro del país. Se cultiva entre marzo y mayo de cada año, para a mediados de octubre empezar con las primeras cosechas.
El camote es otro de los dulces simbólicos del altar de muertos y se prepara con miel, principalmente. En 2021 registró 79 mil toneladas, un alza de 4.8 por ciento respecto al año previo, con valor de 392 millones de pesos. En los últimos cinco años, el promedio de producción se ubicó en 71 mil 685 toneladas.
Agricultura señaló que, al cierre del año pasado, los estados de Michoacán, Guanajuato y Veracruz se ubicaron como los principales productores con 39 mil 376, nueve mil 187 y cinco mil toneladas de este fruto, respectivamente.
El camote comprende variedades de color blanco, naranja, amarillo, morado, rosa y rojizo, que se siembran durante dos épocas: primavera-verano y otoño-invierno. Sus propiedades contribuyen en la prevención de la presión alta, estrés, diabetes, anemia, hemorragias.
Indicó que, respecto al tejocote, el cual se prepara en almíbar, reportó una producción de cinco mil 251 toneladas con valor superior a los 22 millones de pesos en 2021. Puebla destacó como el principal productor con más del 97 por ciento de aportación al mercado, el restante se divide entre Chiapas, Ciudad de México, Jalisco y Estado de México.
Se cosecha a partir de agosto y los meses con mayor consumo son noviembre y diciembre. Aporta valor nutricional gracias a su alto contenido de calcio que fortalece huesos y dientes, hierro (necesario para producir hemoglobina), complejo B, indispensable para el buen funcionamiento del sistema nervioso, así como para el cuidado de la piel, uñas y cabello.
El amaranto, uno de los productos más nutritivos, registró el año pasado un volumen de seis mil 177 toneladas con valor de producción de 71 millones 755 mil pesos, lo que significó un aumento de 9.81 por ciento. Las principales entidades productoras fueron Ciudad de México, Estado de México y Morelos, con tres mil 509, dos mil 036 y 372 toneladas, respectivamente.
Se vende en diversas presentaciones, pero la más simbólica en esta temporada es la calaverita de Día de Muertos, que es preparada con chocolate, miel, azúcar o dulces confitados, entre otras combinaciones. El amaranto contiene proteínas, minerales, ácido fólico, niacina, calcio, hierro, fósforo y vitaminas A, B, C, B1, B2 y B3; además es ligero y fácil de digerir.
Además de su aportación nutrimental, la calabaza de castilla, camote, tejocote y amaranto poseen importante valor cultural en México, pues en la época prehispánica estuvieron vinculados con infinidad de celebraciones y ritos religiosos.
Hoy en día, los altares de Día de Muertos se visten con estos platillos dulces elaborados de diferentes formas, de acuerdo con los usos y costumbres de cada localidad del país.