En un operativo que parece sacado de una película de acción, las fuerzas federales le pusieron el alto a Jaime Becerril Delgado, mejor conocido en el bajo mundo como «El Burras Prietas». Este personaje, que más que un delincuente parecía un emprendedor del crimen, fue detenido en una serie de cateos que dejaron al descubierto su imperio ilegal en Querétaro y Guanajuato.
Los federales no se anduvieron con chiquitas. En su cacería, se toparon con un verdadero arsenal: 87 cartuchos y cinco cargadores que harían babear a cualquier aficionado a las armas. Pero eso no es todo, también se llevaron 39 celulares, dos iPads y cuatro computadoras. Parece que «El Burras» era todo un geek del crimen.
¿Te imaginas tener 30 mil sandwicheras en tu casa? Pues «El Burras» las tenía. Y no solo eso, también contaba con 1,200 carcasas para celulares y 31 mil vasos de cristal para veladoras. ¿Planeaba abrir una tienda de regalos? Lo cierto es que todo era mercancía robada.
Como si fuera poco, en las propiedades de Becerril Delgado encontraron 70 gallos de pelea, un burro, cinco gallinas y tres perros. Parece que «El Burras» también quería montar su propio rancho.
En medio de todo este circo criminal, las autoridades rescataron a cinco migrantes, incluyendo a un niño de cuatro años. Un recordatorio de que detrás de estos delitos hay historias humanas que no podemos ignorar.
Esta captura no solo representa un golpe al crimen organizado, sino que también nos muestra la cara surrealista del mundo delictivo en México. «El Burras Prietas» pasó de ser el rey del robo de camiones a ser el inquilino estrella de una celda federal.