Una investigación periodística en El Salvador reveló que la masacre de marzo fue consecuencia de una ruptura de pactos entre el Gobierno y la Mara Salvatrucha. Varios audios confirman la hipótesis de que el «control territorial lo tenían las estructuras de pandillas», dijo a Sputnik el investigador Huber Romero.
Una reciente investigación del medio local El Faro expuso diálogos entre Carlos Marroquín, director de Reconstrucción del Tejido Social del Gobierno de Nayib Bukele, con líderes de la organización criminal Mara Salvatrucha, conocida también como MS-13.
En los audios, el funcionario público culpabiliza al ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, por haber roto los acuerdos con las pandillas debido a que, según comentaron los propios pandilleros al medio local, fueron citados a dialogar con representantes del Gobierno y, en cambio, fueron capturados.