CDMX a 24 de mayo, 2024.- La candidata de Morena, PT y PVEM a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, ha lanzado una propuesta ambiciosa que podría cambiar la dinámica del manejo vehicular en la capital: la reintroducción de las licencias de conducir permanentes. ¿Qué significa esto para los conductores capitalinos y cómo podría afectar el panorama vial?
Brugada ha anunciado que, de ser electa el próximo 2 de junio, tiene la intención de implementar la licencia de conducir permanente a partir del 1 de enero de 2025, exclusivamente para conductores de vehículos particulares Tipo A. Esta medida busca simplificar trámites y aliviar la carga burocrática para los conductores, inspirada en la política adoptada por el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su mandato como jefe de gobierno.
La propuesta de Brugada, lanzada a través de un mensaje en redes sociales, ha generado expectativas entre los ciudadanos, aunque ha dejado algunas incógnitas sin resolver. No se han proporcionado detalles sobre los costos asociados o el impacto económico que esta medida podría tener en las finanzas de la ciudad. Sin embargo, la candidata ha asegurado que se implementarán mecanismos estrictos para garantizar la seguridad vial y la protección de los usuarios de las vías.
Según Brugada, la introducción de la licencia permanente es solo el primer paso hacia una revolución administrativa más amplia destinada a simplificar los trámites en la Ciudad de México. Esta medida se suma a su visión de fomentar una nueva cultura vial, centrada en la responsabilidad y el cuidado al volante.
La licencia de conducir permanente no es una novedad en la Ciudad de México. Fue implementada por primera vez por López Obrador en 2003, pero posteriormente fue eliminada durante la administración de Marcelo Ebrard en 2007. La reintroducción de esta medida podría marcar un retorno a políticas pasadas, pero ¿será realmente efectiva en el contexto actual?