De generación en generación se ha compartido la creencia que se debe comer un bolillo después de recibir un buen susto; esto con el propósito de calmar los efectos que provoca espantarse.
A continuación te explicamos qué le ocurre a tu cuerpo cuando se presenta un susto y se desarrolla la reacción del miedo.
¿Qué pasa en tu cuerpo cuando te asustas?
La palidez súbita, el corazón a mil por hora, boca seca, las manos temblando, son algunas de las reacciones involuntarias que hace nuestro cuerpo cuando tenemos un susto.
En medio de un fuerte susto —como lo ocurrido el pasado hoy 19 de septiembre con el sismo de 7.4 en Michoacán— nuestro cerebro primitivo activa una alarma para alertar al organismo que se encuentra en peligro.
La amígdala se comunica con el hipotálamo y la hipófisis, esta última libera hormonas como la adrenalina y el cortisol.
Así inicia la frecuencia alta en el corazón y la elevación de azúcar en la sangre, para que esta pueda llegar con más energía y en cantidades suficientes para que nuestro cuerpo esté listo para correr o pelear, dijo el neurólogo Gustavo Castro.
¿Ayuda consumir bolillo después de un susto?
Por esta razón, el bolillo puede estabilizar la glucosa en la sangre y puede ayudar a contrarrestar la sensación de un hueco en el estómago, «ya que los carbohidratos y las grasas inhiben la producción de ácido gástrico», explica la UNAM en una gaceta.
Incluso, los investigadores de la UNAM aseguran que el mero acto de masticar puede ayudar como distractor y mitigar los efectos del susto.
«Sin embargo estos efectos se pueden conseguir con el consumo de otros alimentos y no necesariamente el bolillo», asegura la UNAM.
Por el contrario, el doctor José Manuel Huerta sostuvo en entrevista que consumir pan después de un susto es un mito y recomendó que las personas deben seguir sus recomendaciones médicas, si están enfermos, o simplemente mantenerse hidratados.
Información nutricional del bolillo
Según el Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes, 1 pieza de 60 gramos contiene 183 calorías, 5.7 gramos de proteína y 39 gramos de carbohidratos.
Consumir un bolillo equivale a comer tres tortillas de maíz y hasta 7 tazas y media de palomitas de maíz natural.