León, Guanajuato a 16 de octubre, 2024.- La comunidad de León, Guanajuato, se ha visto envuelta en una polémica inusual después de que una pareja decidiera celebrar su boda con la temática del popular anime «Saint Seiya» o «Los Caballeros del Zodiaco». La ceremonia, que tuvo lugar el pasado 5 de octubre de 2024, atrajo la atención de los medios y generó una respuesta contundente de la Iglesia Católica local, que ahora ha prohibido todas las bodas con temáticas de disfraces.
Olaf Montaño y Natalia Alba, una pareja apasionada por el cosplay y el anime, optaron por una boda que celebraba su amor por estos elementos culturales. Los novios y sus invitados se vistieron como sus personajes favoritos, creando un ambiente festivo que reflejaba su conexión con el mundo del anime. Sin embargo, la alegría de la celebración se vio empañada por las críticas del clero local.
El padre Fidel Hernández, ecónomo de los templos más emblemáticos de León, expresó su descontento a través de un comunicado, señalando que tales ceremonias son «una falta de respeto». En su declaración, subrayó la importancia de los sacramentos y su significado en la vida de la Iglesia. «Los templos consagrados son para el culto y el encuentro con Dios. Los sacramentos no son ficción ni algo imaginario; son realidades que deben interpelar a toda persona que los recibe y celebra», afirmó.
El comunicado fue respaldado por el Padre David Alva y el arzobispo de León, Jaime Calderón, reforzando la postura de la Iglesia en esta controversia.
A pesar de la desaprobación de la Iglesia, Olaf y Natalia se sienten orgullosos de su elección. «Una boda temática otaku es un hermoso testimonio de cómo nuestros intereses comunes nos unieron», comentó Natalia. Para ellos, celebrar su amor por el anime y el cosplay fue una manera de hacer de su día especial algo único y personal.
La pareja entiende la postura de la Iglesia, pero también espera que el amor y la felicidad que encontraron en su temática de boda sean reconocidos. «Cada detalle de nuestra celebración reflejaba quiénes somos y las historias que hemos disfrutado juntos», agregó Olaf.
La controversia ha dividido a la opinión pública. Muchos apoyan a la pareja y ven su elección como una forma creativa de celebrar el amor, mientras que otros defienden la posición de la Iglesia y consideran que los espacios sagrados deben mantenerse libres de elementos culturales que no se alinean con la doctrina religiosa.
En el contexto actual, esta situación invita a reflexionar sobre la intersección entre la fe y la cultura, así como el papel que cada uno juega en las celebraciones personales.