4 de noviembre de 2024.-En noviembre del 2023, el reconocido cantante Bad Bunny lanzó un duro mensaje contra un usuario de TikTok que utilizó Inteligencia Artificial (IA) para crear un tema que emulaba su voz. Este tema, que alcanzó millones de reproducciones en plataformas como Spotify, desató una ola de preocupación entre varios artistas de renombre.
En respuesta a esta situación, una lista de cantantes influyentes, entre ellos Billie Eilish y Katy Perry, se han unido para alzar la voz contra el uso no autorizado de la IA en la creación musical. Estos músicos han firmado una carta conjunta en la que expresan su preocupación por las implicaciones que este fenómeno tiene en sus derechos de autor, privacidad e identidad.
La carta establece que la IA representa una «enorme amenaza» para la capacidad de los artistas de proteger sus obras, su identidad y sus medios de vida. Entre los firmantes se encuentran los Jonas Brothers, Nicki Minaj, Pearl Jam, Elvis Costello, así como artistas mexicanos destacados como Danna Paola, la Arrolladora Banda el Limón y Caloncho, entre otros.
Uno de los puntos destacados en la carta es la oposición de los artistas al hecho de que grandes empresas estén utilizando su trabajo para entrenar modelos de IA sin su consentimiento. Este no es un problema nuevo en el mundo del entretenimiento, ya que anteriormente ha habido controversias similares relacionadas con el uso de IA en otros campos creativos.
Recientemente, escritores han expresado su descontento con OpenAI, la empresa detrás de la plataforma ChatGPT, acusándola de utilizar el trabajo de autores reconocidos como George RR Martin sin autorización. Esta situación ha suscitado debates sobre los límites éticos y legales del uso de la IA en la creación de contenido.
Además, la huelga de SAG-AFTRA, el sindicato de actores de Estados Unidos, ha comenzado en parte debido a la preocupación de sus miembros por el uso de IA para recrear digitalmente sus rostros sin su consentimiento. Los actores exigen que cualquier uso de IA en este contexto sea autorizado y adecuadamente compensado.
En resumen, la creciente preocupación de los artistas respecto al uso de la IA en la música refleja una tendencia más amplia en la industria del entretenimiento hacia la protección de los derechos de autor, la privacidad y la identidad en un mundo cada vez más digitalizado y automatizado.