Por Juan Pablo Ojeda
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, expresó su preocupación ante la propuesta del presidente electo Donald Trump de imponer aranceles del 25 por ciento a México y Canadá, una medida que podría tener repercusiones serias en las relaciones entre estos tres países. En declaraciones recientes en Nantucket, Biden calificó estos aranceles como «contraproducentes» y advirtió que podrían «arruinar» la relación entre los países vecinos.
«Espero que Trump lo reconsidere. Creo que es algo contraproducente», afirmó Biden a los periodistas. El mandatario estadounidense subrayó que, dada la ubicación geográfica de Estados Unidos, rodeado por el océano Pacífico, el océano Atlántico y dos importantes aliados, México y Canadá, la última cosa que el país necesita es dañar estas relaciones estratégicas. «Lo último que necesitamos hacer es empezar a arruinar esas relaciones», añadió.
La propuesta de Trump, anunciada el lunes, consiste en imponer impuestos de 25 por ciento a todos los productos provenientes de México y Canadá a partir de enero de 2025, con el objetivo de presionar a ambos países para que detengan la “invasión” de migrantes ilegales y la entrada de drogas, particularmente el fentanilo.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se mostró firme al declarar que no habrá una «guerra arancelaria» con Estados Unidos, a pesar de las amenazas del presidente electo. En su conferencia matutina, Sheinbaum aseguró que el gobierno mexicano está comprometido con la cooperación en temas de migración, seguridad y narcotráfico, como lo demuestra la reciente conversación telefónica entre ella y Trump.
La mandataria mexicana también envió una carta al presidente electo, en la que rechazó las amenazas de aranceles, advirtiendo que «a un arancel vendrá otro en respuesta». Este enfrentamiento político refleja las tensiones que podrían surgir en el futuro, pero Sheinbaum dejó claro que no se permitirá que este tipo de medidas afecten las relaciones bilaterales.