CDMX a 5 de abril, 2024.- En un evento significativo para la política mexicana, la Antigua Casona de Xicoténcatl fue escenario de la conferencia magistral “200 años de Constitución, Federalismo y Senado Mexicano”, organizada por el Instituto Belisario Domínguez como parte de la Conmemoración del Bicentenario de la Instauración del Senado de la República y del Sesquicentenario de su Restauración. Este acto no solo conmemoró dos siglos de historia legislativa, sino que también propuso una reflexión profunda sobre el camino recorrido y los retos futuros en el ámbito del federalismo y la democracia en México.
La secretaria de la Mesa Directiva, Elvia Marcela Mora Arellano, destacó la contribución fundamental del Senado en el desarrollo y consolidación de la democracia mexicana a lo largo de los últimos 200 años. Resaltó la evolución constante del sistema político y jurídico del país hacia un estado democrático y plural, señalando que, a pesar de los avances, aún persisten desafíos como la desigualdad regional, la falta de inclusión y un impulso centralizador que pone en jaque el federalismo mexicano.
Diego Valadés Ríos, investigador emérito de la UNAM, llamó a la modernización del federalismo en México y planteó la necesidad de una Convención Fiscal, que no se ha realizado desde hace 77 años, como un paso crucial para una mejor distribución del poder económico y político. Valadés subrayó la importancia de adaptar las instituciones a los tiempos actuales y preparar el terreno para futuros avances democráticos.
Por su parte, la senadora Beatriz Paredes Rangel del PRI enfocó su intervención en la necesidad de fortalecer el federalismo y combatir el presidencialismo, un sistema diseñado para un país menos poblado y que, en su opinión, limita la capacidad de atención a las regiones.
Este análisis colectivo sobre el papel del Senado en la historia de México resalta la madurez política alcanzada y la disposición para enfrentar los cambios necesarios que fortalezcan la democracia y el federalismo. La propuesta de sesionar en Querétaro, mencionada por la senadora Mora Arellano, simboliza un acto de federalismo que podría inspirar una distribución más equitativa del poder político.