CDMX a 29 de junio, 2024.- Las declaraciones de Arturo Zaldívar, exministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), han desatado un intenso debate sobre la situación del combate a la corrupción dentro del Poder Judicial mexicano. Zaldívar, conocido por su cercanía con Claudia Sheinbaum, criticó recientemente la gestión posterior a su salida de la Corte, señalando un retroceso en las políticas anticorrupción y un resurgimiento del nepotismo.
Bernardo Bátiz, consejero del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), ha salido al paso de estas acusaciones refutando enfáticamente las afirmaciones de Zaldívar. Según Bátiz, desde el CJF se ha asegurado que no haya retorno al nepotismo y se han implementado medidas para prevenir abusos dentro del gremio de jueces y magistrados.
La disputa entre ambos exfuncionarios ha puesto en primer plano las divisiones internas y las visiones contrastantes sobre el rumbo del Poder Judicial. Zaldívar, quien encabezó una reforma judicial durante su gestión, ha criticado que las políticas de paridad de género se hayan debilitado y que la Escuela Judicial haya retrocedido a ser un «club de amigos».
Además, una denuncia anónima presentada ante el CJF acusa a Zaldívar y a una veintena de sus colaboradores de presuntas prácticas indebidas, incluyendo presiones, intimidaciones, extorsiones y acoso a otros miembros del Poder Judicial. Estas acusaciones, según la denuncia, buscaban influir en decisiones judiciales para favorecer al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha confirmado que la denuncia ha sido recibida y será el Pleno de la Corte el encargado de resolver las implicaciones de estos señalamientos. Mientras tanto, el debate sobre la integridad y la independencia del Poder Judicial continúa siendo un tema crucial en la agenda pública y política del país.