La invasión rusa de Ucrania ha contribuido a un shock histórico en los mercados de materias primas, el cual mantendrá los precios altos a nivel mundial hasta finales de 2024, advirtió el Banco Mundial.
El incremento de los precios de la energía en los últimos dos años ha sido el más elevado desde la crisis del petróleo de 1973, mientras que el aumento de los costos de los alimentos es el mayor desde 2008, señaló este martes el Banco Mundial en su reporte sobre las perspectivas de los mercados de materias primas
“En general, esto equivale al mayor shock de materias primas que hemos experimentado desde la década de 1970”, apuntó Indermit Gill, vicepresidente de crecimiento equitativo, finanzas e instituciones del Banco Mundial.
Rusia es uno de los principales exportadores de petróleo, gas natural y carbón, mientras que Ucrania es una importante fuente de trigo y maíz. La situación se ha visto exacerbada por los elevados costos de los fertilizantes y los picos de precios de los metales clave.
Después de casi duplicarse el año pasado, se espera que los precios de la energía aumenten más del 50% este año, antes de disminuir en 2023 y 2024, dijo el Banco Mundial. Los costos de los alimentos se dispararán un 22,9% este año, con un aumento del 40% en los precios del trigo, según el informe.
“Estos acontecimientos han comenzado a despertar el espectro de la estanflación”, advirtió el Banco Mundial. “Los formuladores de políticas deben aprovechar todas las oportunidades para aumentar el crecimiento económico en su país y evitar acciones que perjudiquen a la economía mundial”, añadió la entidad.
Se espera que los precios se mantengan en “niveles históricamente altos” hasta fines de 2024, dijo el Banco Mundial.
El temor es que los altos precios de los productos de primera necesidad afecten más a las familias de bajos ingresos.
“El aumento resultante en los precios de los alimentos y la energía está teniendo un costo humano y económico significativo. Y, probablemente detendrá el progreso en la reducción de la pobreza”, señaló en el informe Ayhan Kose, director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial.