En el corazón de la Ciudad de México, se encuentra un lugar que ha sido testigo de la velocidad y la emoción durante décadas. El Autódromo Hermanos Rodríguez es mucho más que un circuito de carreras; es un símbolo de pasión por el automovilismo y la historia del deporte en México.
La historia del Autódromo Hermanos Rodríguez se remonta a 1956, cuando las autoridades locales y federales comenzaron la construcción de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca. El objetivo del entonces presidente Adolfo López Mateos era crear un complejo público que permitiera el desarrollo de actividades deportivas, culturales y sociales. Fue en este contexto que nació la idea de un circuito de carreras de clase mundial.
El diseño original del Autódromo Hermanos Rodríguez fue obra de Oscar Fernández Gomez Daza, un alumno de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que plasmó su pasión por la velocidad en cada curva y recta del circuito. Sin embargo, la persona que lideró este proyecto desde el principio fue Pedro Rodríguez, una figura emblemática en el automovilismo mexicano.
El 20 de diciembre de 1959, la emoción se desbordó en el Autódromo Hermanos Rodríguez con la primera carrera que se celebró en este icónico circuito: las «500 millas de la Ciudad de México». En una jornada llena de adrenalina, Pedro Rodríguez (hijo) se alzó con la victoria, seguido de cerca por Moisés Solana, mientras que Ricardo Rodríguez ocupó un destacado tercer lugar.
Sin embargo, la historia de los hermanos Rodríguez en la Fórmula 1 estuvo marcada por la tragedia. Ricardo Rodríguez, el talentoso piloto mexicano, perdió la vida en 1962 en la curva «peralteada» del circuito a la joven edad de 20 años. Este trágico incidente conmovió a la nación y dejó una huella imborrable en el automovilismo mexicano.
Como homenaje póstumo a Ricardo, en 1973 se decidió cambiar el nombre del circuito a «Autódromo Hermanos Rodríguez», rindiendo tributo a los dos hermanos que habían dejado su marca en el mundo de las carreras. A pesar de la ausencia de Ricardo, Pedro continuó compitiendo y representando a México en la Fórmula 1.
A lo largo de los años, el Autódromo Hermanos Rodríguez ha sido escenario de numerosos eventos de automovilismo de clase mundial. Desde la Fórmula 1 hasta el Campeonato Mundial de Resistencia, la Fórmula E, la NASCAR Nationwide Series y el IMSA GT, este circuito ha sido testigo de emocionantes batallas en la pista.
No obstante, en 1992, las carreras de Fórmula 1 se suspendieron en México debido al deterioro de la superficie del Autódromo. Fue un período de ausencia que dejó un vacío en los corazones de los aficionados mexicanos. Sin embargo, en 2015, el Gran Premio de México regresó con fuerza y emoción, restaurando la tradición de la Fórmula 1 en nuestro país.
El Autódromo Hermanos Rodríguez es mucho más que un lugar de carreras; es un símbolo de perseverancia, pasión y amor por la velocidad. La historia de este circuito y de los hermanos Rodríguez seguirá inspirando a generaciones futuras de pilotos y aficionados al automovilismo en México y en todo el mundo.