En una sesión que mezcló emociones fuertes, ausencias inesperadas y un debate encendido, la Cámara de Diputados dio un paso histórico al aprobar en lo general la extinción de siete organismos autónomos, incluido el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Con 347 votos a favor y 128 en contra, la mayoría de Morena y sus aliados consolidó una de las reformas más polémicas en años.
Un cambio con enfoque social
Desde el primer minuto de la discusión, la narrativa del oficialismo dejó claro su propósito: redistribuir los recursos hacia sectores prioritarios. El argumento principal de Morena fue contundente: estos órganos, aunque necesarios en su momento, ahora representan duplicidad de funciones y altos costos administrativos. ¿La solución? Fusionar atribuciones y canalizar los ahorros al Fondo de Pensiones para el Bienestar, una iniciativa que busca beneficiar a millones de mexicanos en situación de vulnerabilidad.
“Estamos hablando de justicia social, de poner el dinero donde realmente importa: en las pensiones de nuestros adultos mayores y el bienestar de las familias mexicanas”, expresó con vehemencia una diputada morenista.
¿Qué cambia con esta reforma?
La lista de organismos afectados no es menor: desde el INAI hasta la Comisión Reguladora de Energía (CRE), pasando por instituciones clave como la Cofece y el Coneval. Cada uno tiene un papel importante en la vida pública del país, pero ahora sus funciones serán absorbidas o reestructuradas en organismos descentralizados.
La extinción del INAI, por ejemplo, ha sido el foco del debate, ya que este instituto es visto como el guardián de la transparencia en México. Sin embargo, Morena asegura que las funciones de acceso a la información y protección de datos personales seguirán garantizadas a través de un nuevo esquema más eficiente y menos costoso.
La oposición alza la voz
Por supuesto, no todo fueron aplausos. Los partidos de oposición—PAN, PRI y Movimiento Ciudadano—criticaron duramente la medida, calificándola como un retroceso. “Esto no es ahorro, es control. Están eliminando organismos que dan equilibrio y transparencia para concentrar el poder en el Ejecutivo”, señaló una diputada de Movimiento Ciudadano.
El debate se intensificó cuando se mencionaron los números. Según la oposición, el INAI, por ejemplo, cuesta apenas 6 pesos anuales por ciudadano, un gasto mínimo en comparación con otros rubros del presupuesto federal.
Un horizonte de ajustes
La reforma aún tiene camino por recorrer. Aunque Morena y sus aliados celebraron la victoria en la Cámara de Diputados, falta que el Senado discuta y apruebe los cambios. Mientras tanto, los expertos anticipan que la implementación será un desafío, pues fusionar las funciones de organismos como el IFT o la Cofece en nuevos entes descentralizados requerirá una planeación meticulosa.
Más territorio, menos escritorio
Para quienes apoyan la reforma, el mensaje es claro: se trata de un cambio de paradigma, de dejar atrás estructuras burocráticas costosas para apostar por un gobierno más cercano y enfocado en la gente. “Esto no es un retroceso, es un paso adelante hacia un México más justo, más austero y más solidario”, concluyó un legislador de Morena al finalizar la sesión.