Por Juan Pablo Ojeda
México está enfrentando un brote preocupante de tos ferina, con 78 casos nuevos reportados solo en la última semana, lo que eleva el número total de pacientes a 288. Esta cifra representa un aumento alarmante del 1,416% en comparación con los 19 casos registrados hasta el 1 de marzo de 2024.
Según el Boletín Epidemiológico del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, la Ciudad de México es la entidad con el mayor número de casos, alcanzando un total de 46 pacientes. Le siguen Nuevo León con 34, Chihuahua con 24, y el Estado de México con 23.
A finales de febrero, la Secretaría de Salud del Gobierno federal emitió un aviso epidemiológico en respuesta al creciente número de casos, alertando a la población sobre los síntomas y la importancia de la prevención. La tos ferina, una enfermedad respiratoria altamente contagiosa, puede comenzar con síntomas comunes como goteo o congestión nasal, estornudos y tos ligera. No obstante, hay síntomas graves que deben ser motivo de alerta, especialmente en niños y bebés, como la pausa en la respiración, tos severa que dura más de una o dos semanas, fiebre, dificultad para respirar, y tos incontrolable.
La enfermedad puede resultar especialmente peligrosa en menores de edad, causando complicaciones graves como discapacidad o incluso la muerte si no se trata adecuadamente. La Secretaría de Salud subraya la importancia de la vacunación, especialmente en los menores de edad, y recomienda la aplicación de la vacuna hexavalente, que protege contra la tos ferina y otras enfermedades prevenibles.
Este aumento en los casos de tos ferina ha puesto en evidencia la necesidad urgente de reforzar las estrategias de prevención, seguimiento y vacunación, tanto a nivel comunitario como institucional.