CDMX a 27 de mayo, 2024.- La industria agroalimentaria de México ha registrado un notable crecimiento en los últimos años, especialmente en 2023 y principios de 2024. Sin embargo, pese a este desarrollo, la autosuficiencia alimentaria en el país sigue siendo un desafío. A continuación, se exploran los logros y retos de este sector crucial para la economía mexicana.
Según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), en los dos primeros meses de 2024, las exportaciones agroalimentarias de México totalizaron 9.059 millones de dólares, un aumento del 8,85% respecto al mismo período en 2023. Al mismo tiempo, las importaciones crecieron a un ritmo más lento, sumando 7.567 millones de dólares, lo que resultó en un superávit comercial agroalimentario de 1.492 millones de dólares, un incremento del 60,95%.
Carlos Alberto Jiménez Bandala, investigador de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, destacó que México ha logrado un balance positivo en su balanza comercial agroalimentaria debido al aumento de las exportaciones y la reducción de las importaciones. En 2023, estas exportaciones se convirtieron en la segunda fuente de divisas para el país, con un valor récord de 51.873 millones de dólares, solo superadas por las remesas.
Estados Unidos sigue siendo el principal destino de las exportaciones agroalimentarias mexicanas, seguido por Japón y China. Los productos más exportados incluyen bebidas, hortalizas y frutas, que en conjunto representaron el 59% del total exportado en 2023.
Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Sader, afirmó que estos resultados contribuyen significativamente a la economía nacional, generando empleos y atrayendo divisas sin descuidar el abasto nacional. Jiménez Bandala también señaló que este crecimiento ha ayudado a estabilizar los precios y moderar la inflación, además de compensar la baja en otros sectores generadores de divisas, como el turismo.
A pesar de los éxitos en las exportaciones, la autosuficiencia alimentaria en México sigue siendo un problema. Luis Fernando Haro, director general del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), explicó que en 1995, México era autosuficiente en un 86,35% en los principales granos básicos (maíz, trigo, frijol y arroz). Sin embargo, al cierre de 2022, este índice se redujo al 56,74%.
Marcos Agustín Cueva Perus, economista del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, destacó que México sigue siendo dependiente de las importaciones de maíz, principalmente de Estados Unidos. En 2022, México importó 4.987 millones de dólares en maíz, siendo el segundo mayor importador mundial después de China.
La dependencia de las importaciones para cubrir la demanda de productos básicos como el maíz plantea un desafío para la autosuficiencia alimentaria de México. Cueva Perus subrayó que, aunque la industria agroalimentaria ha mostrado un notable desempeño en las exportaciones, el campo mexicano sigue abandonado en términos de producción de alimentos de consumo regular para la población.
El consenso es que México necesita políticas más efectivas para fortalecer su autosuficiencia alimentaria, equilibrando la producción para exportación con la producción destinada al consumo interno.