Por Ander Masó
Imagina un lugar donde la brisa huele a flores y las calles están llenas de coloridas tradiciones. Así es Atlixco, el encantador Pueblo Mágico de Puebla que, al pie del majestuoso Popocatépetl, despliega una belleza única. A tan solo 40 minutos de la ciudad de Puebla, este sitio combina paisajes de ensueño, historia y una vibrante vida cultural, ganándose el apodo de Atlixco de las Flores.
En Atlixco, la naturaleza es protagonista. Una caminata al Cerro de San Miguel, con su ermita dedicada al Arcángel San Miguel, ofrece vistas impresionantes del volcán. Los viveros, que producen flores todo el año, son el orgullo del pueblo, y pasear por ellos es adentrarse en un espectáculo de color.
Su Centro Histórico es un tesoro cultural. Entre la arquitectura barroca de la Parroquia de Santa María de la Natividad y el Museo de las Culturas del Valle, cada rincón está lleno de historia. La Plaza Principal es perfecta para relajarse, y los cafés alrededor del quiosco de dos pisos te invitan a detenerte y disfrutar del ambiente.
La tradición es otro elemento que da vida a Atlixco. Desde el Huey Atlixcáyotl, un festival en honor a Quetzalcóatl y Xochipilli, hasta la Fiesta de Muertos, que llena las calles de cempasúchil, este lugar celebra sus raíces con orgullo. Y para los amantes de la gastronomía, la cocina poblana aquí se disfruta entre platos típicos y helados artesanales que no pueden faltar.
Atlixco es un destino para sumergirse en lo mejor de Puebla. ¡Ven y déjate llevar por el encanto de este valle florido, donde cada temporada tiene su propio color y sabor!
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