Atlante, el legendario equipo del fútbol mexicano, ha vuelto a demostrar su dominio en la Liga de Expansión MX, asegurando su tercer título con una victoria convincente de 4-1 en el marcador global sobre la U. de G. A pesar de su éxito en el campo, los Potros de Hierro enfrentan una realidad desalentadora: no hay posibilidad de ascenso a la Liga MX debido a las políticas actuales de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF).
Desde el verano de 2020, la FMF tomó la controversial decisión de abolir el ascenso y descenso entre la Liga MX y la Liga de Expansión. Esta medida, que sigue siendo un tema de debate intenso, ha dejado a equipos como Atlante sin más que aspirar que premios económicos. Actualmente, el campeón de la Liga de Expansión recibe 5 millones de pesos, financiados en parte por las penalizaciones que pagan los últimos tres equipos de la Liga MX para evitar el descenso.
La serie «Campeón de Campeones», que enfrentará a Atlante contra Cancún FC, también ofrece un premio económico de 5 millones de pesos al ganador. Este incentivo representa una pequeña consolación para los equipos que, a pesar de sus logros deportivos, se ven privados de la oportunidad de competir en el máximo nivel del fútbol mexicano.
La situación de Atlante es un ejemplo claro de los desafíos estructurales dentro del fútbol mexicano, donde las decisiones administrativas a menudo tienen un impacto profundo en las aspiraciones y motivaciones de los clubes y sus seguidores. Mientras tanto, el equipo y sus aficionados continúan soñando con un regreso a la Liga MX, aunque por ahora, ese sueño sigue fuera de alcance.