Por Juan Pablo Ojeda
Después de una prolongada estancia de más de nueve meses en la Estación Espacial Internacional (EEI), los astronautas estadounidenses Nick Hague, Suni Williams, y Butch Wilmore, junto con el cosmonauta ruso Aleksandr Gorbunov, finalmente abandonaron el laboratorio orbital a la madrugada de este martes, según confirmó la NASA.
La histórica salida de estos astronautas se dio a bordo de la nave espacial SpaceX Dragon, que tiene previsto amerizar en el mar de Florida este mismo martes a las 17:57 EST, según lo anunciado por la agencia espacial estadounidense. Esta misión marca un paso importante en la cooperación internacional en el espacio y la resiliencia de las misiones espaciales.
La presencia prolongada de Williams y Wilmore en la EEI comenzó el pasado 5 de junio, cuando llegaron como parte del viaje inaugural de la nave Starliner de Boeing, cuya misión sufrió un retraso debido a problemas de propulsión. Estos inconvenientes técnicos obligaron a la NASA a mantener a los astronautas en la estación espacial mucho más tiempo del previsto, extendiendo lo que originalmente iba a ser una estancia de una semana o diez días a un total de 285 días.
La Demora y la Respuesta de NASA y SpaceX
La espera de los astronautas ha generado una considerable tensión en la comunidad científica y entre los directivos de NASA, Boeing y SpaceX, quienes han tenido que enfrentar múltiples ruedas de prensa sobre la situación. Aunque los directivos de estas entidades rechazaron el término de “astronautas varados” y se desmarcaron de las acusaciones de Donald Trump de haber abandonado a los astronautas, la demora fue una cuestión delicada que dejó espacio para especulaciones.
No obstante, las misiones de relevo y los esfuerzos coordinados han logrado que, tras la llegada exitosa de la misión Crew-10 de SpaceX el pasado 15 de marzo, los astronautas Williams y Wilmore finalmente sean relevados por nuevos miembros del equipo, marcando el fin de su larga misión en la EEI.
El regreso de los astronautas a bordo de la nave SpaceX Dragon es un testimonio de la innovación tecnológica y la colaboración internacional en el ámbito espacial. Esta misión concluye una etapa fundamental para las agencias espaciales de EE.UU. y Rusia, y el regreso de los astronautas marcará el cierre de uno de los capítulos más inusuales en la historia de la exploración espacial.
