CDMX a 17 de junio, 2024.- Tras los resultados desalentadores de las elecciones del 2 de junio, varios miembros del Partido Acción Nacional (PAN) que aspiran a la dirigencia han manifestado su rechazo a continuar la alianza con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). La coalición, formada para enfrentar al partido en el poder, ha sido considerada un fracaso por los aspirantes a dirigir el PAN, quienes abogan por un retorno a los principios y valores originales del partido.
Uno de los críticos más vocales ha sido el senador Damián Zepeda. En una reciente conferencia en el Senado, Zepeda declaró que el PAN debe recuperar su identidad para evitar ser superado por nuevos partidos políticos. «Basta de estas alianzas que fueron un fracaso absoluto. Esta alianza del PAN con el PRI ha costado que de 12 gobiernos estatales tengamos hoy 4. Cómo creen que la ciudadanía iba a poner su esperanza en un proyecto que representaba el pasado. Nosotros tenemos nuestros propios problemas a superar y ellos el suyo. Esa alianza no funcionó», enfatizó.
El diputado Jorge Romero, también aspirante a la dirigencia del PAN, compartió la opinión de Zepeda. En una entrevista en Radio Fórmula, Romero señaló que el partido debe regresar a su “sustancia” y a llenar plazas con sus causas “originales”. «Electoralmente, partidistamente hablando, quizá sea un momento en el que todos hagamos una pausa y nos reencontremos», declaró.
Por su parte, Adriana Dávila, quien busca ser la primera mujer en presidir el PAN, expresó en sus redes sociales su deseo de recuperar los orígenes del partido. En un video publicado en su cuenta de X, Dávila criticó al actual Comité Ejecutivo Nacional (CEN), encabezado por Marko Cortés, por estar alejado de la militancia panista y centralizar las decisiones. “Han expuesto que debemos recuperar los orígenes y causas del PAN y nadie puede refutarlo, sobre todo cuando la advertencia del extravío doctrinario e ideológico la han hecho propios y extraños”, afirmó.
Las cifras de las elecciones del 2 de junio subrayan la necesidad de un cambio de rumbo para el PAN. Comparado con las elecciones de 2018, el PAN perdió 351,000 votantes, el PRI un millón 940,000 votos y el PRD 480,000 sufragios. Estos resultados han llevado a los líderes del PAN a replantearse la estrategia de alianzas y a considerar un enfoque más centrado en sus raíces y en la reconexión con la base del partido.
El debate interno sobre el futuro del PAN promete ser intenso, con figuras clave abogando por un retorno a las raíces del partido y una reevaluación de las estrategias de coalición. La próxima dirigencia del PAN tendrá la tarea de definir el rumbo del partido y trabajar en la recuperación de la confianza de los votantes.