CDMX 07/04/ 2022.- El proyecto, que coordina áreas de medicina, geología y ciencias aplicadas y tecnología de la universidad, concluirá en 2023 y busca identificar partículas virales en aguas residuales luego de que una persona contagiada las excreta, así como residuos de las medicinas usadas para contener el virus.
«Con base en ello se puede establecer el nivel de diseminación de la enfermedad en una población monitoreando la carga del virus en el agua del drenaje», explicó una académica de la Facultad de Medicina involucrada en el proyecto, Yolanda López Vidal.
«Este ejercicio implica hacer un seguimiento de los restos del material genético del virus (ARN) a través de sofisticados métodos de purificación y análisis en muestras tan complejas como el agua del drenaje», abundó la universitaria.
La UNAM recordó en un comunicado que Países Bajos y ciudades de Estados Unidos han empleado estos análisis, como ruta de seguimiento a la inactivación del virus y a las variaciones de la concentración de fármacos en el ciclo urbano de las aguas residuales.
«Así como evaluar el riesgo de llegada del virus activo a los campos agrícolas que se riegan con el agua residual de la Ciudad de México», explicó en tanto el director del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT) de la UNAM, Rodolfo Zanella.
«También estudiamos los efectos del virus y de los fármacos contra la COVID-19 en el suelo agrícola del Valle del Mezquital, Hidalgo, el cual se riega con agua residual proveniente de la capital del país», apuntó, en tanto, la investigadora del Instituto de Geología Blanca Prado Pano.
Hasta ahora en torno al agua del Valle del Mezquital se han tomado dos muestras por mes durante dos años.
Debido a que un buen número de personas de zonas urbanas y rurales está involucrado con el sistema de alcantarillado, el análisis de una sola muestra consolida la representación de cientos o miles de individuos en un instante, detalló la UNAM.
«El estudio de partículas virales en el agua residual seguirá siendo fundamental para conocer el destino de los virus en el medio ambiente, así como moldear nuestra percepción del riesgo de sufrir nuevos brotes asociados a posibles reservorios», aseveraron los especialistas involucrados en el proyecto.
El análisis también puede dar lugar al diseño e implementación de tratamientos de agua residual como estrategia preventiva ante el esparcimiento de contaminantes y enfermedades emergentes en zonas de descarga, abundó la universidad.