CDMX a 17 de febrero del 2022.-Considerado uno de los animales más extraños del mundo por su capacidad de regenerar sus propios tejidos y órganos dañados, el ajolote es un animal emblemático de México. Por ello, las autoridades realizan esfuerzos infinitos para evitar su desaparición.
Uno de estos esfuerzos es encabezado por Instituto de Biología de la UNAM, el cual promueve la reproducción del ajolote desde los canales de la Ciudad de México donde actualmente vive, y no en cautiverio.
A pesar de que cada vez se tienen menos evidencias de que existan poblaciones completas de ajolotes, los expertos aseguran que Xochimilco sigue siendo el lugar donde habita la mayor cantidad de este anfibio endémico de México.
Según las autoridades locales, subsisten 185 kilómetros de canales con 2.700 hectáreas de chinampas. Es en estos canales donde vive el ajolote.
«Se limpian más canales a diario que calles, son más kilómetros de canales que de barrido, el mantenimiento es más costoso en el lago que el esfuerzo de la recolección de basura domiciliaria», informó el alcalde Carlos Acosta en declaraciones recopiladas por el diario Reforma.
El nombre científico del ajolote es Ambystoma mexicanum y a menudo es objeto de estudios médicos y biológicos por la capacidad que tiene para regenerar las partes dañadas de su cuerpo. Sin embargo, aún se desconocen muchos aspectos de la vida de estos anfibios.
«Para conservar esta especie endémica de México es indispensable conocer sus condiciones reproductivas y sus órganos reproductores, de los que ya hay muchas descripciones morfológicas, pero no a nivel funcional», observa Norma Moreno Mendoza, académica del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.
De acuerdo con las autoridades ambientales de la Ciudad de México, actualmente hay alrededor de 100 ajolotes por kilómetro cuadrado en los humedales de Xochimilco. Sin embargo, en 2019, la UNAM realizó una exploración de campo y detectó sólo 35 ajolotes por kilómetro cuadrado.
«Las condiciones actuales de los canales de Xochimilco son adversas por la contaminación del agua, el crecimiento urbano y, principalmente, por la presencia de especies exóticas que han mermado la población de ajolotes, al grado que en estos últimos años se considera una especie en peligro de extinción», asegura Rubén Rojas, investigador del Instituto de Biología de la UNAM.
Tras la llegada de los españoles en 1521, estos animales se distribuyeron en siete zonas lacustres del Valle de México: Zumpango, Texcoco, México, Xaltocan, Xochimilco, Chalco y Mixquic, según información de la Facultad de Ciencias de la UNAM.
Tomado de Sputnik.