Oaxaca a 2 de agosto, 2024.- El pasado martes, el cuerpo de Vicente Ramírez Santiago, conocido en el mundo del rap como Rosty Bazendu, fue encontrado con impactos de arma de fuego y signos de tortura en una colonia al norte de la ciudad de Juchitán, Oaxaca. La noticia ha conmocionado a la comunidad cultural, que hoy lo despidió al ritmo de rap en el panteón Domingo de Ramos.
Jesús Romero López, titular de la Secretaría del Gobierno estatal, afirmó este jueves que el crimen se investigará a fondo y no quedará en la impunidad. «Estamos comprometidos a esclarecer este asesinato y a llevar a los responsables ante la justicia», aseguró Romero López.
Rosty Bazendu no era solo un rapero, sino también un ferviente defensor del diidxazá, el zapoteco del Istmo, conocido como la «lengua de las nubes». En 2012, ganó un premio de composición musical convocado por el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa) con su obra «Gutaná» (Despierta), un canto rebelde que reclamaba la supervivencia de su lengua materna y criticaba la vacuidad de las promesas políticas.
Vicente Ramírez Santiago fue el único rapero zapoteco en cantar en el prestigioso teatro Macedonio Alcalá, en la ciudad de Oaxaca, y en el zócalo de la Ciudad de México. Formó el trío Badu Bazendu, o «muchachos rebeldes», y su música era un grito de resistencia y orgullo cultural.
La muerte de Rosty Bazendu ha dejado un profundo vacío en la comunidad cultural de Oaxaca. Artistas, activistas y ciudadanos han expresado su indignación y tristeza por la pérdida de una voz tan importante para la defensa de la cultura zapoteca.
«Rosty era un verdadero guerrero de la cultura, su legado vivirá a través de su música y su lucha por la lengua zapoteca,» comentó uno de sus amigos cercanos durante el funeral.
Este trágico asesinato subraya la vulnerabilidad de los defensores de la cultura y los derechos humanos en México. La comunidad espera que las autoridades cumplan su promesa de justicia y que la muerte de Rosty Bazendu no quede en el olvido.