CDMX a 15 de abril, 2024.- En un desarrollo reciente que agita las aguas del ambiente político de México, Arturo Zaldívar, ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y actual integrante de la campaña de Claudia Sheinbaum, ha salido al frente para defenderse de las acusaciones que lo implican en presuntos hechos de corrupción. Zaldívar afirma con firmeza que la SCJN «carece de un marco jurídico» para sancionarlo, catalogando las acusaciones como maniobras con motivaciones exclusivamente político-electorales en contra del movimiento de la Cuarta Transformación (4T).
La controversia surge en un momento crítico, justo cuando la carrera hacia las elecciones presidenciales en México comienza a calentarse. Zaldívar comparó su situación con el desafuero de Andrés Manuel López Obrador, actual presidente de México, quien enfrentó una situación similar hace casi dos décadas cuando era Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal. «No les funcionó hace 20 años y no les funcionará ahora», declaró Zaldívar, evidenciando su postura desafiante.
Claudia Sheinbaum, candidata presidencial y figura prominente de Morena, junto con aliados del PT y Partido Verde, ha expresado su apoyo a Zaldívar, sugiriendo que las acusaciones son parte de una estrategia para desacreditar y debilitar políticamente al movimiento 4T. La investigación iniciada por la SCJN, basada en una denuncia anónima y activada en un lapso inusualmente corto, ha sido cuestionada por su legitimidad y timing, alimentando teorías de una persecución política.
Este caso no solo pone de manifiesto las tensiones existentes dentro de las estructuras de poder en México, sino que también plantea interrogantes acerca de la independencia judicial y su uso en contextos políticos. A medida que se acercan las elecciones, el papel de la justicia y su intervención en la política serán probablemente temas de intenso debate y análisis.