El gobierno argentino ha ratificado oficialmente la victoria de Edmundo González Urrutia en las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio, descalificando al actual presidente Nicolás Maduro como un “dictador”. Esta declaración llega en medio de crecientes tensiones diplomáticas y acusaciones de fraude electoral.
La ministra de Relaciones Exteriores de Argentina, Diana Mondino, anunció en su cuenta de la red social X que la victoria de González Urrutia está confirmada “sin lugar a ninguna duda”. Mondino compartió un enlace con el seguimiento de las actas electorales publicadas por la oposición venezolana, respaldando el resultado con un mensaje claro: “Todos podemos confirmar, sin lugar a ninguna duda, que el legítimo ganador y Presidente electo es Edmundo González”.
Durante una rueda de prensa en la Casa Rosada, el portavoz presidencial Manuel Adorni enfatizó que la situación en Venezuela es “difícil” debido a la “presencia de un dictador”. Adorni criticó la falta de transparencia en el proceso electoral, señalando que las actas de votación nunca aparecieron y que la comunidad internacional debería condenar el “fraude” electoral. “La comunidad internacional, en su mayoría, se va a ir plegando a aceptar que ha sido todo un gran fraude y que el dictador Maduro tiene que correrse del poder”, sostuvo Adorni.
El gobierno argentino, bajo la presidencia de Javier Milei, se mantiene firme en su posición de que Maduro es un dictador que ha “falsificado datos electorales de manera extremadamente evidente”. Adorni subrayó que Argentina no necesita “ningún tipo de coordinación” con otros países para reconocer a González Urrutia como el nuevo presidente de Venezuela. “En el mundo no puede existir un dictador gobernando un pueblo. Es un Gobierno dictatorial que el pueblo venezolano decidió rechazar”, afirmó.
Además, Argentina está a la espera del regreso de su personal diplomático, que fue expulsado por el gobierno venezolano junto con representantes de otros seis países de la región. La decisión de Maduro de expulsar a estos diplomáticos fue un rechazo a las acusaciones de injerencia en los asuntos internos de Venezuela y a las declaraciones de los gobiernos extranjeros sobre el proceso electoral.
La posición de Argentina refleja un creciente apoyo internacional a la oposición venezolana y un rechazo a la legitimidad del régimen de Maduro, que ha sido objeto de críticas tanto por su manejo de las elecciones como por su gobierno autoritario. La situación en Venezuela sigue siendo un tema candente en la política internacional, con numerosos actores globales observando de cerca los desarrollos en el país sudamericano.
Juan Pablo Ojeda