En un movimiento que termina por desdibujarlo dentro de su propio Gobierno, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, cedió las áreas más relevantes de la gestión a un solo hombre: Sergio Massa, hasta ahora presidente de la Cámara de Diputados y desde este 3 de agosto ministro de Economía, Producción y Agricultura.
«Lo que le toca a Massa es complejo», consiente el profesor e investigador en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de la Defensa Nacional. «Lavagna y Cavallo fueron convocados por su saber técnico, no tanto por su lugar político en el Gobierno, y si bien ambos tenían buena proyección política, se presentaban ante la sociedad como intelectuales y conocedores de las recetas económicas», contextualiza el politólogo Julio Burdman en entrevista.
Massa, en cambio, es pura política. Al designado ministro se le atribuyen aceitados contactos.