CDMX, 29 de marzo del 2023.- El origen del albur mexicano no está claro, pero se cree que se originó en la época colonial en la zona de Pachuca, en el estado de Hidalgo, donde los mineros lo usaban como diversión mientras permanecían encerrados durante mucho tiempo. A finales del siglo XIX, el albur se empezó a oír en forma generalizada en la región central de México, sobre todo entre la población de escasos recursos, quienes desarrollaron el juego de palabras.
Sin embargo, otros estudiosos del tema sugieren que el albur se originó en el barrio de Tepito en la Ciudad de México, donde la picardía y la decencia lograron una rara fusión que permite ser más sutil para referirse a los órganos y diversas prácticas sexuales sin ser explícitos.
El albur es un juego de palabras muy generalizado entre los hispanohablantes, aunque es muy característico de México. La lengua es capaz de generar un significado literal y uno no literal, algo así como significado el pleno y el figurado. El albur se genera por las similitudes que se dan entre ciertos objetos como palo, gomas, huevos, salchicha y la forma que tienen diferentes partes del cuerpo humano, como el pene.
En la actualidad, el albur es considerado parte de la cultura mexicana y ha sido estudiado desde la lingüística, la antropología, la filosofía, la sociología, los estudios culturales y la historia, entre otros campos.