Cuando Apple anunció Apple Intelligence en junio de 2023, prometió revolucionar sus dispositivos con una IA integrada y potente. Sin embargo, casi un año después, la realidad dista mucho de las expectativas: funciones clave siguen sin llegar, los retrasos se acumulan y la compañía enfrenta problemas internos e incluso demandas legales.
Promesas incumplidas y retrasos inesperados
En la WWDC 2023, Apple aseguró que su IA haría a Siri más inteligente, permitiéndole realizar acciones complejas entre aplicaciones con solo un comando de voz. Sin embargo, la compañía ahora admite que estas mejoras no llegarán hasta 2026, un plazo mucho más largo del previsto.
Mientras tanto, las únicas funciones disponibles son emoticonos personalizados, generación de imágenes con texto y acceso a ChatGPT, herramientas que ya ofrecen Google, Samsung y otras marcas. La demora en innovaciones más ambiciosas ha generado frustración entre usuarios e inversores, con analistas advirtiendo que podría ralentizar las ventas de iPhone en los próximos años.
Los retrasos han provocado tensiones dentro de Apple. Según Bloomberg, el ejecutivo a cargo de Siri calificó la situación como «vergonzosa» en una reunión interna. Además, Tim Cook habría perdido confianza en John Giannandrea, líder de IA, y lo habría reemplazado por Mike Rockwell, creador del Vision Pro, en un intento por acelerar el desarrollo.
Este no es el primer revés de Apple en proyectos ambiciosos: en 2023 canceló su coche eléctrico después de una década de trabajo. Pero, a diferencia de aquella decisión, el retraso de Apple Intelligence afecta directamente a productos ya existentes, como el iPhone.
A pesar de que su IA aún no cumple con lo prometido, Apple lanzó una campaña publicitaria masiva para promocionar el iPhone 16 con Apple Intelligence como principal atractivo. Esto llevó a una demanda colectiva en California, acusando a la empresa de publicidad engañosa y competencia desleal.
¿Podrá Apple recuperar la confianza?
La compañía ha construido su reputación en la precisión y fiabilidad, evitando anunciar funciones hasta estar segura de su funcionamiento. Sin embargo, el caso de Apple Intelligence muestra los riesgos de prometer más de lo que se puede entregar a corto plazo.
Con Siri estancada y competidores como Google y OpenAI avanzando rápidamente, 2026 parece una fecha muy lejana para una revolución que debería haber comenzado hace meses. La pregunta ahora es si Apple podrá recuperar el terreno perdido o si este retraso marcará un punto débil en su historial de innovación.